Marc Márquez volvió a mostrar su mejor versión en Mugello, pero su triunfo no fue solo deportivo. También encendió un clima tenso dentro y fuera del circuito. El piloto español se quedó con la carrera sprint del Gran Premio de Italia, tras una remontada impecable desde la séptima posición. Sin embargo, lejos de ser un festejo unánime, su victoria desató abucheos en las gradas y una fuerte reacción desde el box de Ducati.
La tensión se apoderó del paddock apenas Márquez cruzó la meta. Si bien dominó con autoridad y reafirmó su candidatura al título, el ambiente en Italia se volvió áspero. Los silbidos desde la tribuna y la bronca de un alto directivo de Ducati marcaron una jornada con emociones encontradas y mensajes cruzados.
2Mugello vibra con la intensidad de la carrera sprint

La carrera sprint fue una montaña rusa desde la primera curva. Pecco Bagnaia aprovechó el mal inicio de Márquez para colocarse al frente, pero el caos se desató pronto tras un incidente entre Johann Zarco y Brad Binder, que terminó en bandera amarilla.
Ese choque dejó a ambos pilotos fuera de competencia y reordenó el pelotón de punta. En medio de ese desorden, Álex Márquez tomó momentáneamente el liderato, mientras en las tribunas el ambiente ya comenzaba a caldearse con cada sobrepaso y cada maniobra ajustada.