No hay semana en la que los usuarios de Renfe Cercanías de Madrid no sufran demoras o incidencias en el transporte. La delicada situación se ha tornado en habitual en la época reciente, con diversas líneas de la red madrileña afectadas de distinta manera, generando multitud de inconvenientes a los viajeros, sobre todo cuando se producen en hora punta.
Los cortes en Cercanías provocan problemas que van desde los más habituales de que trabajadores o estudiantes lleguen tarde a sus puestos de trabajo o centros hasta la pérdida de otros trenes o aviones programados por culpa de retrasos. Y, sin embargo, lo que más está molestando últimamente a los usuarios no son solo las incidencias, sino también la falta de información por parte de Renfe.
Si bien, y como decimos, los percances son habituales, podemos fijarnos en la última semana para poner en contexto la situación. Tras averías en los días previos C3 y C4, el 19 de mayo se produjo nueva avería en hora punta por la mañana en la línea C5, y el 20 de mayo otra más en la C2, C7 y C8 de Cercanías entre San Fernando y Torrejón. El pasado 23, demoras, detenciones y modificaciones en los recorridos de la C7 y C10, con situaciones tensas entre operarios y los viajeros.
«Hemos estado media hora completamente parados, cerca de Príncipe Pío, encerrados, sin dejarnos salir. Después, el tren se ha puesto en marcha pero y ha habido otro parón de unos diez minutos o un cuarto de hora», nos cuenta José, un trabajador que va todos los días a su puesto desde Pozuelo de Alarcón. Ha llegado casi una hora tarde, y no entiende que nadie de Cercanías le dé información actualizada en estos casos.

«Ni megafonía, me recordó de hecho a una cosa que me pasó un día, que estuve tres horas parado también en Renfe y también pasó justo antes de llegar a la estación. En este caso estuvimos tres horas de reloj parados, y encima estaba estropeado el baño y había un señor mayor que tenía problemas. Resulta que alguien se había arrojado a las vías».
Esta situación concreta es un ejemplo clave también para entender los problemas que existen con la comunicación de Renfe Cercanías. Los viajeros encerrados durante 30 minutos en un tren destino Príncipe Pío únicamente recibieron un primer comentario informando de la presencia de otro tren detenido en la estación. No hubo actualizaciones durante todo ese tiempo y el primer mensaje a los usuarios fue a través del grupo de Cercanías de WhatsApp a las 10:09, cuando el tren llevaba detenido desde pasadas las nueve y media de la mañana. Por redes, ninguna notificación, salvo respuestas a usuarios concretos una vez transcurrió la incidencia.

La gota que colmó el vaso fue un mensaje de Cercanías en X promocionando una visita educativa en Príncipe Pío a la vez que los viajeros estaban detenidos a la entrada de la misma estación y, por esa vía de comunicación, no recibían ninguna actualización sobre la incidencia. El mismo día, pero horas más tarde, a las 13:13 Cercanías lanzaba otro aviso de demoras, detenciones y modificaciones de horarios habituales por una avería en la infraestructura en la estación de Atocha.
Tensión con la actitud de los operarios de Cercanías de Madrid
Los afectados consultados por este periódico reclaman no solo información, sino un mejor trato por parte de los operarios de Cercanías Madrid. De hecho, conocemos el caso concreto de un maquinista que, lejos de ayudar y tranquilizar a los viajeros, se enfrentó a uno de ellos, con malos modos y evidenciando un nerviosismo para nada tranquilizador.
«Estuvimos media hora encerrados, nadie dijo ni pío, todo el mundo con una educación exquisita, nadie se quejó, nadie dijo nada. Entonces a un chico se le ocurrió tocar la puerta para preguntar, porque tampoco nos estaban dando más información. El maquinista, que estaba hablando por el móvil, abrió la puerta se puso a gritarle al chico con muy malas formas, incluso en tono chulesco, exigiéndole que le dejara trabajar», nos cuenta un viajero.
El maquinista abrió la puerta y se puso a gritarle al chico de muy malas formas, en tono chulesco
Un viajero afectado por una demora de más de 30 minutos en Cercanías
«Se notaba que el tipo estaba muy nervioso, y que alguien le había echado la bronca por el teléfono. Había tensión en el ambiente entre los trabajadores, y mientras los viajeros sin ningún tipo de información», nos comentan. «Yo tengo que perder más tiempo aún pidiendo el justificante», nos dice Sara, que ha sufrido demoras en un trayecto de Parla a Chamartín, tardando más de una hora, mientras Lucas, otro viajero, ha tenido que esperar 20 minutos para que llegara su tren, saliendo tarde y parado en Villaverde.

No solo hay afectados de cara al trabajo, sino que también hay ciudadanos que han perdido otros viajes programados. Carla nos asegura que pierde su tren a Valencia por culpa de lo ocurrido en Cercanías, y Miriam no ha embarcado en un tren de Iryo por los problemas de avería en las inmediaciones de la estación de Atocha.
Asimismo, a la problemática con Cercanías de Madrid se suman vagones sin luz en trenes que van con retraso, provocando que los habitáculos vayan completamente a oscuras cuando el trayecto pasa por túneles. De igual forma, quienes se mueven por el centro llevan semanas quejándose por los cierres de la estación de Sol por aglomeración que programa Renfe, sobre todo los viernes de 18:00 a 23:00 horas.