La tensión en Girona ha alcanzado su punto más alto. Míchel Sánchez, entrenador del equipo, lanzó una advertencia que retumbó en todo el vestuario.
«Si algún jugador no se ve preparado que lo diga y estará fuera del equipo», dijo sin rodeos, dejando claro que el margen de tolerancia se agotó. Ya no hay espacio para medias tintas ni margen para lo políticamente correcto.
El técnico ha apostado por una sacudida emocional, consciente de que las fórmulas tácticas ya no alcanzan. Girona está en caída libre, y la reacción debe ser inmediata. Míchel apela a lo único que le queda: el carácter y la dignidad de sus jugadores.
8El Mallorca, un rival a tener muy en cuenta

Enfrente no estará un rival cualquiera. El Mallorca de Jagoba Arrasate llega con solidez, trabajo táctico y una identidad clara. Un equipo que no regala nada y que sabe golpear en el momento justo.
“El Mallorca es un buen equipo dirigido muy bien por Arrasate, que siempre he dicho que es un técnico top”, reconoció Míchel.
Será un partido duro, con tensión y pocos márgenes de error. Para superarlo, Girona deberá mostrar una versión más concentrada, más intensa y, sobre todo, más confiada que en las últimas jornadas.