La Ertzaintza, la fuerza policial del País Vasco, ha tomado una posición firme en el caso de un agente que intentó agredir a su esposa con un cuchillo el pasado sábado en San Sebastián. A pesar de que este agente se ha cambiado de sexo recientemente ante el registro civil, la Ertzaintza considera que el incidente constituye un delito de violencia de género y así lo comunicará a la Fiscalía y al Juzgado.
La Ertzaintza Aparta al Agente del Servicio
El consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, ha explicado en una entrevista que la Ertzaintza ha decidido "apartar del servicio a esta agente" debido a la gravedad del intento de agresión con arma blanca a su esposa. Según Zupiria, la normativa interna disciplinaria de la Ertzaintza considera este tipo de comportamiento como "motivo de falta grave y posible expulsión".
Sin embargo, Zupiria aclara que se trata de una medida provisional "a la espera de lo que determine la investigación y la instrucción judicial". Además, el consejero ha señalado que no tiene conocimiento de si el agente cuenta con otros episodios violentos en su expediente, indicando que esa información deberá dilucidarse en el procedimiento interno y judicial.
La Calificación del Delito y el Cambio de Sexo
Respecto a la posibilidad de que el cambio de sexo del acusado pueda eludir la acusación por violencia de género, Zupiria reconoce que se trata de un "tema complejo que tiene muchas derivadas". Sin embargo, el consejero enfatiza que, independientemente de la calificación final del delito, se está ante "un posible delito de mucha gravedad" que ha puesto en riesgo la integridad de la esposa y las hijas del agente.
Zupiria señala que los responsables de la Ertzaintza "se inclinan por considerarlo y por tratarlo como un caso de violencia de género y así se lo expondrán a la Fiscalía y al Juzgado". No obstante, será la justicia la que finalmente decida si se tramita de una manera o de otra.
Ante las sospechas de un posible "fraude de Ley" en el cambio de sexo del acusado, Zupiria indica que no existe un debate interno exclusivo en la Ertzaintza, sino que se trata de un debate general que surgió cuando se aprobó la Ley Trans, y que sigue siendo objeto de discusión en los medios de comunicación.
En conclusión, la Ertzaintza ha tomado una posición firme en este caso, apartando al agente del servicio y considerando que se trata de un delito de violencia de género, independientemente del reciente cambio de sexo del acusado. Será la justicia la que determine la calificación final del delito y la responsabilidad del individuo.







