El proyecto de extensión de la Línea 11 del Metro de Madrid, o el proyecto de la Línea Diagonal de Madrid como también se le conoce, forma parte de las iniciativas presentadas al Fondo de Recuperación de la Unión Europea con el objetivo de acelerar la transición ecológica y la cohesión social y territorial, se trata de la construcción de más de 33 kilómetros de línea y 21 estaciones, para unir los siete intercambiadores de transporte que existen en Madrid, Atocha y Aeropuerto.
La extensión de la Línea 11 estaría beneficiando principalmente a la estación de Atocha y una vez se terminen las obras se convertirá en unas de las más transitadas ya que contará con 249 estaciones de la red del Metro, actualmente es una de las líneas más transitadas con sólo 7 paradas son más de 25 mil usuarios los que se benefician, pero se trata de unir el sur con el norte de la ciudad.
Ante las reiteradas manifestaciones de los grupos de vecinos y ecologistas solicitando el fin de lo que han catalogado como un “arboricidio” producto de las obras que se realizan para dar cumplimiento al plan de ampliación madrileño, el consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel García ha anunciado recientemente que el objetivo será hacer compatible el desarrollo de la Línea 11 del Metro de Madrid sin generar ningún impacto ambiental en Madrid Río.
Ya el pasado mes de julio Ayuso anunciaba las modificaciones en el proyecto de expansión de la Línea 11 con la disminución del número de árboles talados sin dejar de cambiar el trazado, una noticia que parece no convenció por completo a los grupos de vecinos y ambientalistas que se encuentran a favor de evitar el arboricidio en Madrid Río.
Uno de los grupos ambientalistas que encabezan las manifestaciones en contra del arboricidio, Alianza Verde, junto a los colectivos vecinales y ecologistas madrileños mantienen su posición firme de luchar contra la emergencia climática y por el avance de las ciudades más verdes con más árboles.
En ese sentido, han dirigido una carta al alcalde de Madrid José Luis Martínez-Almeida solicitando en nombre de las personas que salen a las calles de manera organizada para cuidar su ciudad, que se ponga freno a las talas injustificadas de árboles, cuando en este momentos lo que necesita la ciudad son más espacios verde y menos asfalto.
Además solicitan de manera contundente “paralizar y replantear” el proyecto y exigen responsabilidades a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento, por lo que consideran “una evidente negligencia a la hora de plantear un proyecto que vulnera las Normas Urbanísticas del Plan General de Madrid y la propia Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid”.
Razón por la cual, García propone “hacer compatible el desarrollo de la infraestructura con el respeto a todo impacto ambiental que pueda tener, sin embargo, la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera advertía al Ayuntamiento y a la Comunidad de Madrid que la ampliación de la Línea 11 del Metro de Madrid no debía salir adelante sin un nuevo estudio de impacto ambiental, después de la tala de árboles maduros que implica la reubicación de la estación de Madrid Río.
El «arboricidio» de Madrid Río y la Línea 11 del Metro de Madrid
Pero lo cierto es que el nuevo plan con el que inicia los trabajos la Consejería de Transportes reconoce la disminución a 676 árboles, en lugar de 1.027 como se consideraban anteriormente, además de “mejoras puntuales en el diseño constructivo y en las acciones de obra, cuyo objeto es reducir la ocupación de terrenos y la afección al arbolado”.
Estos cambios introducidos en el plan para disminuir la intensidad del arboricidio se han logrado “gracias a los nuevos enfoques en las obras de la estación de Madrid Río dentro del parque homónimo y entre las callas Naves y Valdelaguna y a la eliminación de la rampa de acceso para la extracción de tierras y el desplazamiento del pozo de ventilación y bombeo respecto a su ubicación original”.
Pero a pesar de los cambios realizados en el proyecto, la cantidad de árboles a talar sigue siendo considerable, 195 árboles en Comillas, 126 en Conde Casal, 106 en Madrid Río, 70 en Palos de la Frontera, 70 en Atocha y 109 en otros puntos, para un total de 676, un número que para muchas agrupaciones de vecinos y grupos ecologistas, sigue siendo alto y son estos grupos los que exigen dialogo entre las partes interesadas, porque en caso de lograr acuerdos elevarán su preocupación ante la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo.
Uno de los grupos que se oponen de manera radical a la continuación del proyecto es el de Más Madrid, del concejal Álvaro Fernández Heredia, quien desde un principio ha mostrado su rechazo a la propuesta considerando que la estación de la Línea 11 del Metro de Madrid se debe ubicar fuera de Madrid Río, “Hacerlo dentro no solo conlleva la tala de árboles a la que parece que Almeida y Ayuso están abonados sino que además incumple el planteamiento urbanístico y es ilegal”, ha manifestado el concejal de manera contundente.
Pero en realidad son varios los problemas los que se encuentran detrás del proyecto de expansión de la Línea 11 del Metro de Madrid, uno de ellos claramente es el impacto ambiental generado por supuesto, pero también existen muchos intereses económicos y una gran cantidad de recursos económicos involucrados.