Irene Montero desgasta el discurso «machista» y muestra la decadencia podemita

La ley del solo sí es sí ha traído semejantes dolores de cabeza para el Gobierno, pero sobre todo para una Irene Montero y un Ministerio de Igualdad que se han visto obligados a centrarse en una más que posible reforma de una ley con más luces que sombras en su corto recorrido.
Y es que, desde el mes de noviembre, cuando comenzaron a conocerse las primeras rebajas de condenas a violadores acordadas por algunos tribunales, el ala socialista del Gobierno comenzó a hablar de la necesidad de reformar la ley del solo sí es sí, sobre todo para frenar el goteo de sentencias a la baja que ya se intuía que irían creciendo con el tiempo.
Así, y nada más conocerse las primeras sentencias que beneficiaban a los violadores, algunos cargos y ministras del PSOE comenzaron a hablar de la necesidad de mejorar o reformar la norma. Fue el caso de la Ministra de Hacienda, María Jesús Montero o la de defensa, Margarita Robles.

Irene Montero y el Gobierno, obligados en la necesidad de reformar la ley del solo sí es sí

Bien es cierto que esto no fue del todo como quería la propia Irene Montero. De hecho, desde el mismo momento en el que surgió la información, que añadía que la decisión partía del lado socialista del gobierno de coalición, la parte de Unidas Podemos se puso a la defensiva para aplicar estas modificaciones del solo sí es sí.

Lo hizo, entonces, negando que hubiera acuerdo alguno para cambiar la ley. Es por esto que, en los últimos días, la principal responsable del texto, la ministra de Igualdad, ha decidido romper su silencio.

En esas, Irene Montero ha vuelto a marcar al PSOE cuáles son sus líneas rojas de cara a una posible reforma del texto: que el consentimiento «siga en el corazón del Código Penal«, ha dicho en un acto de su partido, como lo ha puesto de manifiesto:

«El PP ha ofrecido sus votos para volver al modelo anterior, a la distinción entre agresión y abuso. Vamos a proteger el corazón de la ley, lo vamos a hacer juntas y haremos lo que sea necesario para proteger a las mujeres y a los avances feministas frente a los que quieren aprovechar esta situación para hacernos retroceder después del mayor avance en materia de lucha contra las violencias machistas en los últimos 20 años», comunicó.

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Irene Montero sigue al frente y desafía a la derecha: la ley surge porque «las mujeres se rebelaron contra sentencias injustas»

Además en su intento de defender la especialización de la justicia, la de Igualdad mantiene su idea de poner el foco en el machismo de la sociedad. «Los sesgos y prejuicios machistas que están presentes en toda la sociedad, por tanto también en el poder judicial pueden llegar a comprometer la imparcialidad de los sistemas de justicia. Esto lo dice Naciones Unidas» ha indicado.

Para Montero, esta ofensiva de la derecha no es sólo contra la ley, sino también contra el Gobierno de coalición, resaltando que están siendo «muchas» las presiones de los «sectores reaccionarios» para que esta situación se salde con acabar con el consentimiento como el centro del Código Penal.

«Quieren que el resultado de esta alarma generada producto de las decisiones judiciales que están rebajando las penas termine en una vuelta al modelo anterior y que las mujeres tengamos que volver a demostrar que nos hemos resistido», ha señalado.

La parte socialista también habla de acuerdo para esta reforma

Las últimas informaciones dentro del entorno de Unidas Podmeos han explicado a Europa Press que «el Gobierno no ha parado de buscar fórmulas» para que la ley se aplique de forma correcta, compartiendo la preocupación social por las decisiones de aquellos jueces que están decidiendo rebajar penas.

La iniciativa de reforma de la ley está impulsada por el Ministerio de Igualdad de Irene Montero, que trabaja de forma coordinada con el Ministerio de Trabajo, liderado por Yolanda Díaz.

Ante esto, la parte socialista también habla de acuerdo… y de consenso. «Vamos a evitar que ese ruido continuo que la derecha se ocupa cada día de que haya para que no escuchen los ciudadanos lo que hacemos. Que no aceptamos en el Gobierno socialista ni un milímetro de retroceso de los derechos de las mujeres, ni un milímetro», finalizaba en su misma línea de discurso el ministro de Presidencia, Félix Bolaños.