El ciudadano no necesita grandes cifras macroeconómicas ni creer o no mensajes optimistas u apocalípticos de uno u otro lado para saber el futuro económico, lo que hay y lo que se viene, aunque ya el FMI avisó de ello en su último informe. Y lo sabemos en base al último indicador de sentimiento económico (ESI) de España.
Dicho indicador ha retrocedido en noviembre hasta su nivel más bajo desde febrero de 2021, según los datos publicados por la Comisión Europea, en contraste con el repunte registrado tanto en la zona euro como en el conjunto de la Unión Europea, donde el indicador ha subido por primera vez desde el pasado mes de febrero.
Centrándonos en la opinión de los españoles sobre el futuro económico, son más pesimistas que nunca. El ESI se ha situado en noviembre en 96,4 puntos, frente a los 98,1 del mes anterior, lo que representa la mayor caída del dato entre las principales economías de la UE y la peor lectura del indicador desde febrero de 2021. El deterioro de la confianza económica de España refleja el empeoramiento observado en la industria, con una bajada hasta los -7,7 puntos desde los -4 de octubre, la lectura más baja desde diciembre de 2020.
PESIMISMO EN CUALQUIER SECTOR
La confianza también ha caído en el sector del comercio minorista, con un resultado en noviembre de -5 puntos, frente a los -2,1 del mes anterior, mientras que en la construcción ha pasado de los 13,5 puntos de octubre a los 12,5 en noviembre.
Sin embargo, en este sentido la confianza de los consumidores españoles ha mejorado levemente, con una lectura de -28,7 enteros desde los -31,6 del mes precedente, mientras que en el sector servicios ha subido a 7,3 puntos, frente a los 4,7 de octubre.
La sensación del futuro económico español no va acorde con el conjunto de Europa, aunque también vengan curvas. En la UE, el aumento del indicador en noviembre fue impulsado por un repunte en la confianza del consumidor, que compensó el empeoramiento de la confianza de la industria, mientras que el dato para los servicios, comercio minorista y construcción permaneció prácticamente sin cambios.
Entre las mayores economías de los Veintisiete, el ESI aumentó considerablemente en Italia (+4,1) y, en menor medida en Holanda (+1,2) y Alemania (+1,1), mientras que se ha moderado en España (-1,7) y Francia (-1,6). En Polonia se ha mantenido prácticamente plano (+0,3).
EL FMI NOS BAJA A SUELO RESPECTO A NUESTRO FUTURO ECONÓMICO
Y de qué manera, porque nada tiene que ver no sólo informes del FMI, si no de otros organismos económicos o estudios respecto a lo que proclama el Gobierno una y otra vez, si bien en las últimas semanas han ido matizando el optimismo e incluso lanzando mensajes más bien pesimistas, para que nos preparemos.
Lo que dice el FMI es que el futuro económico de nuestro país está muy sujeto a la incertidumbre y la desaceleración, en parte debido a los costes del ‘impuestazo’ a la banca y energéticas, así como la excesiva e imparable deuda pública, que ya se sitúa en el 118% del PIB.
Pero lo peor es que todo ello se agrava porque, aún creciendo, estaríamos hablando de estar aún recuperándonos de la situación previa a 2019, algo que el resto de países desarrollados ya superaron. Pero ni siquiera se logrará eso, y ya se habla de recuperarlo incluso a mediados o finales de la década, aunque el FMI es más optimista y aún así cree que España recuperará su nivel económico pre pandemia a comienzos de 2024.
DATOS QUE INVITAN AL PESIMISMO Y LOS ESPAÑOLES LO NOTAN
Por algo los españoles son tan pesimistas respecto al futuro económico. Para empezar, el FMI ha concluido que el crecimiento del PIB de nuestro país será «relativamente débil» en los próximos trimestres, e incluso podría acercarse a cero a finales de año y principios del que viene.
«por el momento no prevemos recesión técnica»
Sin embargo, si sirve de consuelo, la jefa de la misión del Fondo para España, Dora Iakova, cree que nuestra economía no caerá en recesión técnica. «Habrá que ver cómo se desarrollan los precios de la energía, ya que hay muchas incertidumbres, pero por el momento no prevemos recesión técnica», indicó.
También hablo de los famosos fondos europeos, que no parece que ni logren un impulso económico y mucho menos el tan publicitado objetivo de cambiar el modelo productivo. De todas formas, el FMI ha reconocido que «falta de información sistemática e integral sobre la ejecución, incluyendo aquella en términos de contabilidad nacional», con lo que les complica analizar si estas ayudas públicas llegan a la economía real.
