Parte de nuestra infancia está en la calle. Y la otra parte, se repartía entre nuestra casa, y el bar de la esquina. Nuestros padres tenían algún bar predilecto, y nosotros elegíamos uno en concreto, porque tenía algo que los demás no tenían: videojuegos. Sí, esas máquinas de arcade que ahora no se ven en ningún sitio, y que han sido sustituidas únicamente por máquinas tragaperras.
Eran los videojuegos arcade, esas grandes máquinas que pesaban varios kilos, y donde pasábamos horas y horas. Hoy las podemos encontrar todavía en algunos bares de recreativos, pero poco más. Qué envidia me dan los japoneses, que han construido todo un edificio para albergar estos tesoros. ¿Cuáles eran los videojuegos de tu infancia? Seguro que coincides con alguno de los nuestros:
Pac-Man
No, no estamos hablando del boxeador que en los últimos tiempos se ha hecho con este nombre, sino del clásico comecocos. ¿Cuántas horas de nuestra vida habremos pasado huyendo de los estúpidos fantasmitas? Seguro que no tantas como horas que hemos pasado persiguiendo a los dichosos fantasmas parpadeantes.
Si alguna vez hemos ido corriendo a por la fruta, ha sido solamente en este videojuego, no lo neguemos. Ha sido uno de los videojuegos más influyentes de todos los tiempos, y fue el primero que tuvo una especie de mascota como protagonista.
Creado por Namco y Midway, para intentar estirar aún más el chicle, y llegar a un público mucho más amplio, se creó el Miss Pac-Man, donde el comecocos tenía un lacito. Y con eso bastaba para que las chicas nos sintiéramos también identificadas.