Llega el verano, el sol, el mar, y el traguito de tinto de verano no puede faltar; este es, junto a la sangría, la bebida favorita para aquellos que buscan sabores potentes y tradicionales que refresquen y alegren el día. Preparar un tinto de verano no es para nada complicado y lo mejor es que puedes prepararlo y disfrutar de inmediato de todo su sabor. Quédate a conocer todos los pasos necesarios para hacerlo exquisito y deléitate de lo más divino.
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Diferencias entre la tradicional sangría y el tinto de verano
La sangría se prepara con vino tinto, gaseosa y una variedad de frutas que la convierten en la bebida favorita para veranear y de hecho, es una de las más solicitadas.
Sin embargo, el tinto de verano, es, por su sencillez, más fácil de preparar. De hecho, para su preparación, puedes reemplazar el vino tinto por vino blanco y tener un resultado sumamente delicioso.
Otra diferencia entre ambas bebidas, es que la sangría requiere de una maceración previa para disfrutarla con un sabor más concentrado, mientras que el tinto de verano, se puede preparar y disfrutar sin espera.
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Cuál de las dos bebidas es más calórica
Ambos son preparados con vino tinto y gaseosa, pero uno suele ser más popular que el otro. Sí, así es. La sangría quizás es más famosa que el tinto de verano, y es por eso que es la más solicitada durante la época veraniega. De hecho, la sangría, es la bebida española más internacional.
Ahora bien, esta resulta más calórica que el tinto de verano; y además, la cantidad de frutas añadidas, los azúcares y el reposo de la bebida, hacen que su graduación alcohólica te golpee más duro al momento de disfrutarla. Quizás un par de vasos no generen una gran diferencia entre ellas, pero después de ingerir varios, la diferencia se notará visiblemente.
Además, gracias al azúcar añadido y a la variedad de frutas que se incorporan a la jarra, la sangría es significativamente más calórica que el tinto de verano.
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Qué necesitas para hacer un tinto de verano en casa
Si te gusta disfrutar de un buen vino y a la vez, buscas la ocasión para darte el deleite con una bebida refrescante, disfruta de esta bebida que combina todo lo bueno en una sola jarra. Toma nota y atrévete a prepararla.
Los ingredientes que necesitas para hacer en casa un tinto de verano delicioso, son menos que los de la tradicional sangría y te permitirán el deleite de una bebida de gran sabor: Gaseosa de tu preferencia (se recomienda de limón), vino tinto, hielo y limón en rebanadas delgadas.
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Recuerda escoger un buen vino
Si bien, el tinto de verano no es considerado como una bebida costosa, si es recomendable utilizar un vino de buena calidad si se busca un resultado tremendamente delicioso. Además de la calidad del vino, es necesario que este reúna ciertas condiciones para que su sabor sea perfecto en combinación con el resto de los ingredientes.
Un vino joven, con matices afrutados y con un marcado sabor a la uva, es mejor en comparativa con aquellos muy maduros, con sabores a madera y con elevada acidez. Uno de los más recomendados, ya que su sabor va más hacia las cerezas y ciruelas, matices que van muy bien al combinarse con las gaseosas.
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Proporciones que se recomiendan
Una vez que tienes reunidos los ingredientes y has conseguido el mejor vino con los toques más deliciosos a nivel olfativo y gustativo, preparar el tinto de verano es sumamente sencillo.
Las proporciones que normalmente se manejan son 50% de vino tinto, y 50% de gaseosa. De esta manera, la fusión de sabores entre ambos es sencillamente fantástico. Por supuesto, muchas veces esta proporción varía, ya que a gusto de cada quien, habrá quien lo desee más fuerte o más suave.
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La temperatura, un factor importante en la preparación
La temperatura del tinto de verano es un factor clave para su disfrute; y sobre todo cuando se considera que, a diferencia de la sangría, este normalmente se disfruta recién hecho.
Al tratarse de una bebida que puedes beber de inmediato, es necesario que todos los elementos para prepararla se encuentren muy fríos. Si quieres disfrutarlo de verdad, debe quedar muy frío, pero no aguado; por lo tanto, se recomienda que la gaseosa está lo bastante fría para no tener que exagerar en la cantidad de hielo añadido a la jarra o mejor, no tener que añadirlo, sino hasta el momento de servir.
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Una gaseosa de calidad
La gaseosa utilizada para la preparación de esta bebida es generalmente una de limón; sin embargo, para muchos, la cola negra es la preferida por su sabor notablemente más dulce. En todo caso, puedes escoger cualquiera de las dos y tendrás un resultado apegado a tus gustos.
Otro punto que debes considerar, es utilizar una gaseosa que esté recién destapada y que mantenga todo el gas intacto, ya que estas exquisitas burbujas, suman calidad al tinto de verano.
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Cómo terminar la preparación de un buen tinto de verano
Para terminar la preparación del tinto de verano y disfrutarlo al máximo, añade las rebanadas de cítrico para equilibrar el toque dulce de la gaseosa con la acidez de la fruta.
Según el punto de acidez que busques, será la fruta que debes elegir. Por ejemplo, si quieres una bebida con un matiz ácido importante, escoge unas rodajas de limón, pero si buscas un resultado perfumado, pero de sabor menos marcado, la naranja dulce o la mandarina, serán tus mejores aliadas.
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Así se sirve y disfruta
Para servir y disfrutar a lo grande de esta bebida veraniega, es necesario añadir una buena cantidad de hielo, pero al momento.
Tal como te he comentado hace algunas líneas, la jarra en sí no debe tener hielo, sino una bebida concentrada y muy helada que al servirse en un vaso con hielo, no resulte aguada o insípida.
Las copas que puedes utilizar para disfrutarlo, son aquellas que sean anchas, tales como las de balón, vasos de sidra y vasos anchos en general.
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Con qué acompañar un buen tinto de verano
Una bebida refrescante y deliciosa, combina de manera estupenda con sabores fuertes; por lo tanto, puedes decidir por servir embutidos, algunos aperitivos inusuales con aceitunas, quesos y fiambres, etc.
Otros aperitivos que puedes servir y que resultarán deliciosos, son unos rollitos de jamón y queso, que aunque son muy sencillos de hacer, resultan muy ricos para acompañar este tipo de bebida durante una conversación amena.
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