Las realidades de la comida basura que te harán dudar de volver a comprar

En su momento, los restaurantes de comida rápida surgieron como toda una revolución: establecimientos en los que en pocos minutos tenías toda la comida lista, a casi cualquier hora del día y además a un precio superasequible. Con estas características, ¿quién se puede resistir? Durante décadas, niños, adolescentes y jóvenes han encontrado en estos restaurantes de comida basura su lugar de encuentro recurrente para pasar un buen rato con los amigos y tomar algo sin gastar mucho dinero.

Poco a poco se han ido destapando las verdades y la dura realidad es que la comida rápida es bastante perjudicial para la salud. Primero se creía que esto era debido al tipo de comidas, ricas en grasas y panes y mucha fritura, pero con el tiempo lo que ha salido a la luz es que eso es prácticamente lo menos grave de ese tipo de comida. Hoy 10 realidad de la comida basura que te harán pensártelo dos veces antes de volver a un restaurante de ese tipo.

Patatas fritas

Las Realidades De La Comida Basura Que Te Harán Dudar De Volver A Comprar

Las patatas fritas tipo Chips poco tienen que ver con el tubérculo homónimo, de hecho, es que en su composición el porcentaje de patata es minimísimo. La propia empresa Pringles reconoció que sus patatas no tienen nada que ver ni con las chips, ni con el tubérculo que crece bajo tierra.

Por lo visto, las Pringles no llevan ni medio gramo de patata ¿qué es lo que llevan? Os estaréis preguntado, pues bien, se trata de la masa frita de una mezcla de trigo, maíz y arroz, a la que se le da una forma similar a la de una chip tras pasar por una máquina de moldeado, después se pulverizan aromatizantes y sabores en forma de polvo y en este proceso se les añade un ingrediente llamado Acrilamida, el cual es cancerígeno y neurotóxico para el cerebro.