El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha pedido este viernes 107 millones de dólares (más de 94 millones de euros) para apoyar en la recuperación a los niños y familias afectadas por el tifón ‘Rai’ que azotó Filipinas hace una semana.
Unicef, junto a la ONU y la comunidad internacional humanitaria, ha demandado al menos once millones de dólares (unos 9,7 millones de euros) iniciales de manera «urgente e inmediata» para llegar a los 200.000 niños afectados. La organización ha cifrado en 2,6 millones las personas afectadas en total por el tifón, que ha dejado cerca de 400 muertos.
El Representante de Unicef en Filipinas, Oyunsaikhan Dendevnorov, ha incidido en que estos niños y sus familias están pasando unas «fechas navideñas desalentadoras» y ha llamado a «no olvidar» en esta Nochebuena a «aquellos que están luchando por conseguir las necesidades más básicas, como comida, agua y refugio».
«Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que continúe desempeñando un papel en la recuperación de la vida de los niños», ha insistido el representante, que ha asegurado que el personal de Unicef está trabajando sobre el terreno con el Gobierno y otros aliados para llegar a los más vulnerables.
Emergencias como la del tifón ‘Rai’ comprometen más el bienestar de los niños, que ya han visto como sus derechos se han visto afectados por la pandemia, recoge un comunicado de la agencia.
En este contexto, Unicef ha apuntado a sus principales preocupaciones y ha desgranado los próximos pasos de sus intervenciones en los grupos que codirige con el Gobierno filipino, y que se recogen en el informe Las Necesidades y Prioridades Humanitarias (PNH), publicado este viernes.
Respecto al Agua, Saneamiento e Higiene (WASH), por sus siglas en inglés), ámbito en el que se dan casos de diarrea y falta de acceso, Unicef priorizará el aumento de acceso a agua e inodoros, la distribución del agua y el suministro y promoción de la higiene.
Además, para la nutrición se centrará en intervenciones clave para la detección y el tratamiento oportuno, la nutrición para las mujeres embarazadas y lactantes, la entrega de suministros y productos nutricionales, y la protección de la lactancia materna.
Por otro lado, el enfoque de protección infantil será reunir a niños separados y no acompañados, intervenir en la salud mental y apoyo psicosocial, y crear conciencia sobre la prevención de la violencia contra los niños.
En el ámbito educativo, se enfocará en aumentar el acceso al aprendizaje, proporcionar servicios de salud mental para el personal docente. Asimismo, apoyará WASH, además de la prevención y el control de infecciones, para ayudar a reiniciar el aprendizaje presencial piloto en 20 escuelas dentro de las comunidades afectadas, lo que puede contribuir potencialmente a abordar la crisis del aprendizaje.