El Banco de España alerta de que los sectores mejor posicionados de cara al futuro tienen poco peso en el PIB

El Banco de España ha advertido de que ciertos sectores económicos, como la fabricación de productos informáticos y electrónicos, las actividades profesionales, científicas y técnicas, las de I+D, las de información y comunicaciones, y las financieras y de seguros, entre otras, se encuentran bien posicionados en términos tanto de productividad como de resiliencia de cara al futuro, pero sin embargo tienen un peso relativo en el PIB inferior al de otros países del entorno.

En concreto, el peso de estos «sectores top» sobre el VAB total es del 12,6% en España, frente al 15,1%, 17,4% y 22,5% de Alemania, Francia y Estados Unidos, respectivamente, según destaca el Banco de España en un análisis sectorial de los retos futuros de la economía española.

La autoridad monetaria señala que la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 ha puesto de manifiesto la importancia de la heterogeneidad sectorial a la hora de entender el impacto económico de las perturbaciones que afectan a una economía.

Además, apunta que esta crisis se ha producido en un contexto en el que la economía española se encuentra inmersa en una serie de desafíos estructurales, entre los que destacan el reducido crecimiento de la productividad, el proceso de cambio tecnológico, en particular, el asociado a la digitalización, el cambio climático y el envejecimiento poblacional.

En este escenario, el documento del Banco de España asegura que los sectores con mejor posición relativa para afrontar los diferentes retos analizados exhiben un peso «relativamente reducido» en la estructura productiva de la economía española, inferior al observado en otras economías avanzadas.

En cambio, algunos de los sectores más centrales de la economía presentan un mayor grado de vulnerabilidad ante los retos futuros. En concreto, buena parte de la industria manufacturera y de suministro de energía son sectores muy centrales por sus efectos arrastre sobre otros sectores y presentan niveles relativos de productividad elevados, pero son más vulnerables ante desafíos como el cambio climático, dado su mayor nivel de emisiones.

De su lado, apunta que las actividades inmobiliarias y de servicios sociales se encuentran mejor posicionadas ante dichos cambios, sobre todo ante el envejecimiento, pero su desempeño en términos de productividad es inferior.

Por último, el Banco de España identifica algunos sectores que presentan carencias en términos tanto de productividad como de resiliencia, tales como la hostelería, el sector primario y los servicios de transporte.

REASIGNACIÓN ENTRE SECTORES

En consecuencia, propone que dada la meta de alcanzar un crecimiento «sostenido y sostenible» de la productividad, «clave» para asegurar un aumento del bienestar económico a largo plazo, es necesario prestar una atención especial a la reasignación entre sectores, «lo cual puede ser un proceso complejo y costoso, pero también fundamental a la hora de mejorar la capacidad de la economía española para afrontar los retos futuros analizados».

Desde este punto de vista, el Banco de España afirma que la mejora de los mecanismos que faciliten la reasignación sectorial y entre empresas de los recursos productivos, en particular del factor trabajo, parece un «objetivo primordial«.

No obstante, indica que habida cuenta de que, a priori, la transferibilidad de conocimientos entre los sectores potencialmente perdedores y los potencialmente ganadores no parece particularmente elevada, es clave el fortalecimiento de los sistemas de aprendizaje continuo de los trabajadores.

Asimismo, advierte de que los procesos de reestructuración suelen conllevar costes de transición que se concentran en determinados colectivos de los potenciales sectores en contracción, por lo que afirma que sería necesario también valorar en qué aspectos hay que reforzar las redes de protección social existentes.