1 de cada 4 pacientes con hepatitis viral crónica B o C se diagnostica de forma tardía

Uno de cada cuatro pacientes con hepatitis viral crónica B (VHB) o C (VHC) se diagnostica tardíamente en España y el cinco por ciento lo hace cuando el daño hepático ya es irreversible, según un artículo publicado por investigadores españoles en la revista ‘Scientific Report’ (Informes Científicos).

Este estudio, recogido por la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (AEHVE), especifica que muchos pacientes llegan tarde al tratamiento y lo hacen con cirrosis o hepatocarcinoma. Para los autores del informe, lo más preocupante es que el acceso universal a la terapia con antivirales de acción directa (ADD) en España no ha hecho disminuir el diagnóstico tardío en el período analizado (desde 2018 hasta finales de 2019, antes del estallido de la pandemia).

Lo que demuestra, a su juicio, la necesidad de estrategias específicas para acelerar el diagnóstico y tratamiento de las hepatitis víricas. Unas estrategias e iniciativas que deben apuntar específicamente a los residentes varones nacidos en el extranjero en el caso de la hepatitis B y a los ciudadanos españoles con consumo de drogas pasado o actual, siguiendo la epidemiología local de cada comunidad autónoma, en el caso de la hepatitis C.

El proyecto ha contado con los datos de once grandes hospitales, de ocho comunidades autónomas y en él se han incluido 2290 pacientes, 505 con hepatitis B y 1785 con hepatitis C, con una edad media de cerca de 54 años y mayoría de hombres sobre mujeres (62,6% frente a 37,4%). El 78 por ciento de estos pacientes nació en España y hasta en un 60 por ciento de los casos el origen de la infección era desconocido.

La presentación tardía se detectó en el 25,7 por ciento (n = 588) de todos los pacientes, oscilando entre el 4,6 y el 34 por ciento entre los diferentes centros y comunidades autónomas participantes, lo cual demuestra, según los autores, que sigue siendo «un desafío» por resolver en España. Un desafío mayor para la hepatitis C que para la B, pues es en aquella donde la presentación tardía resulta más frecuente.

En este sentido, en España, la cirrosis y otras enfermedades crónicas del hígado debidas al VHC y el VHB ocasionaron 1598 muertes (0,38% del total) y 618 (0,15%) muertes en 2017, respectivamente. El cáncer de hígado representó 2860 (0,69%) muertes por VHC y 409 (0,1%) muertes por VHB en el mismo año 2017. «Los sistemas de salud deben garantizar que quienes necesitan tratamiento sean examinados, diagnosticados y vinculados a la atención de un especialista antes de que la enfermedad hepática progrese y cause un daño hepático sustancial», ha explicado el investigador principal del estudio, el doctor Jeffrey Lazarus, del IS Global Barcelona.

«El estudio demuestra que la derivación tardía a los especialistas desde Atención Primaria o la pérdida del seguimiento después de la derivación plantean una barrera significativa para avanzar en la eliminación de las hepatitis víricas», ha comentado la jefa clínica de Hepatología del Hospitall Vall d’Hebron (Barcelona), María Buti.

En el estudio, el año medio de diagnóstico de los pacientes fue 2011, lo que significa que pasaron 7-8 años antes de llegar a la atención especializada con un gastroenterólogo o hepatólogo, a pesar de que posiblemente muchos de ellos necesitaran cuidados hospitalarios por comorbilidades. En la población analizada, la Enfermedad Hepática Avanzada (ALD) fue reportada en el 24,1 por ciento de los pacientes, mientras que la Enfermedad Hepática en su última etapa (HLSD) fue reportada en el 5,3 por ciento de los pacientes, de los cuales casi la mitad presentaron hepatocarcinoma (HCC) en la primera consulta entre los años 2018 y 2019.

LOS PACIENTES EN PROFUNDIDAD

Los pacientes con hepatitis B (VHB) eran predominantemente personas nacidas en el extranjero, en particular de países de África subsahariana y de Asia. «Los migrantes que se encuentren en situación jurídica irregular en el país no tendrían derecho a acceder al sistema público de salud, lo que podría ser un factor de riesgo que contribuye al 15 por ciento de los casos de presentación tardía de la hepatitis B en el estudio», han indicado los autores.

Además, agregan, que el 35 por ciento de todos los pacientes con VHB que se presentaron tarde a la atención no eran nativos españoles, lo que demuestra la importancia de la detección temprana del VHB entre poblaciones migrantes residentes en España. Además, se detectaron altas tasas de vacunación incorrecta o incompleta entre las personas nacidas en el extranjero, lo que sugiere la urgencia y necesidad de un cribado oportuno del VHB.

Por el contrario, los pacientes con VHC eran predominantemente nativos españoles (87,3%) y tenían antecedentes de consumo pasado o actual de drogas intravenosas (27,1%). Se informó enfermedad hepática avanzada en el 26,9 por ciento de los pacientes con VHC.

«Las intervenciones dirigidas a esta población clave deben implementarse sin falta en determinadas regiones y ampliarse a la totalidad para alcanzar los objetivos de eliminación de la OMS para 2030. También se ha detectado una gran proporción de modos de transmisión desconocidos, tanto para el VHB como para el VHC, lo que plantea el desafío de diseñar intervenciones específicas para poblaciones concretas», han subrayado los autores.