Un caldo casero de pollo es una de las recetas más sencillas de hacer, pero también una de las más resultonas. Con tan solo media pechuga de pollo puedes lograr un sabor concentrado y disfrutar de todo su calorcito en estos días de brisa fría. Además de sabroso, este tipo de caldo es muy reconfortante, así que te invito a conocer cómo lo puedes hacer bien sabroso y sin tantos ingredientes.
En época de frío un caldo de pollo siempre sienta bien
Apenas comienzan a soplar los vientos fríos, la necesidad de consumir platos de cuchara que resulten reconstituyentes se vuelve toda una necesidad.
Si bien, los cocidos tradicionales como el montañés o la fabada asturiana se pasean en las mesas como los platos más consumidos, no hay que olvidar al siempre agradable caldo de pollo, que con su sencillez, logra calentarnos hasta el alma. Además, es tan nutritivo, que también contribuye a mejorar cualquier síntoma gripal que aparezca por allí.
Hacer un buen caldo con solo media pechuga de pollo, algo que puedes hacer perfectamente
Una de las mayores bondades del caldo de pollo es su sencillez y también su sabor. Sé que quizás lo veas como algo difícil de hacer, pero la humildad de este caldo, hace posible que hacerlo con media pechuga sea algo completamente fácil y con un resultado divino.
Con algunas verduras que tengas guardadas o en la huerta, con media pechuga, sal y unas que otras hierbas, puedes disfrutar de un plato calentito que te llegará al alma.