viernes, 26 abril 2024 18:54

Dentro del mundo del tenis está más que claro que existe una desigualdad en lo que se refiere al como se aprecia cuando juegan los varones y otro cuando lo hacen las mujeres. Ya sea en cuestión de la repartición de los premios, que en ese sentido los cuatro Grand Slams han mejorado y ya pagan lo mismo tanto hombres como mujeres, como también en la cuestión de calidad, pues las televisoras suelen darle mayor importancia a lo que se genera en la rama masculina en lugar de la femenina. Vamos, que cuando se habla de este tipo de cosas es fácil deducir que hay una especie de machismo dentro del tenis.

Por supuesto que hay muchas cosas que mejorar y hay que seguir trabajando duro para reducir la brecha; la cuestión es que también hay algunos ejemplos que dan la razón a los que apoyan la teoría de que el tenis femenino no sigue su gran crecimiento por culpa de cuestiones internas. Ya se sabe que las cosas han mejorado, que el talento de grandes exponentes en el pasado, como Stefi Graf, otras que llevan tiempo en el circuito, un buen ejemplo es Serena Williams, y las nuevas exponentes que va dando el deporte, sin ir más lejos Emma Raducanu que acaba de ganar el US Open; todas han contribuido al crecimiento. No obstante, se echa en falta que haya algunos torneos que se ven el circuito de la ATP verlos en la WTA y eso respondería más a cuestiones internas que a machismo propiamente dicho.

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Seguir hacia más igualdad en todos los sentidos

En el papel suena muy fácil, pero el trabajo se ha venido haciendo desde hace mucho tiempo. Ya los premios se van emparejando para ambos circuitos, los cuatro Grand Slam ya pagan lo mismo a los dos, y el talento y el nivel del tenis femenino ha aumentado a niveles increíbles, lo que se nota con partidos impresionantes; pero una cosa es eso y otra muy importante es el ambiente dentro del mismo circuito en el que no solo Buzarnescu ha expresado su pesar, también otras lo han percibido así a lo largo del tiempo. La idea es ir mejorando también en ese aspecto y ser más igualadas allí también. Torneos increíbles podrían verse si la fraternidad en la WTA estuviese más expandida. Solo ellas tienen la respuesta y con tanto crecimiento que se ha visto en la rama femenina, si logran esa unión lo pueden mejorar aún más.

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