Asaja, COAG y UPA acusan al Gobierno de condenar a la ganadería a su extinción al blindar al lobo

Las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA se han unido este martes para acusar al Gobierno de condenar a los ganaderos y al sector a su extinción al decidir blindar al lobo, al tiempo que han pedido la dimisión de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera.

En concreto, las organizaciones, a través de una nota conjunta, han lamentado que a pesar de las muchas reuniones, de los intensos diálogos, de los múltiples argumentos y de la total oposición de las comunidades autónomas con presencia de lobo, el Gobierno acaba de prohibirrealizar ningún tipo de gestión cinegética de este depredador.

Aseguran que la publicación en el BOE de la inclusión del lobo en el Listado de Especies Protegidas (Lespre) ha caído como un jarro de agua fría sobre los ganaderos y sus organizaciones representativas.

Asaja, COAG y UPA rechazan esta medida ya que consideran quees ajena a los intereses de la ganadería y del medio rural y recuerdan que el lobo causa graves daños al ganado, pues se alimenta de él, muy especialmente de aquellas explotaciones que practican la ganadería extensiva.

«La protección del lobo es una medida tomada desde los despachos y no desde los pueblos. Cualquiera que viva en el medio rural y conviva con el lobo sabe que la mejor gestión no es la total protección», señalan desde las organizaciones agrarias. El malestar con el Ministerio para la Transición Ecológica es grande, pues consideran que se ha tomado una medida «tendenciosa e ideológica» basada en una falsedad como que el lobo está amenazado en España, cuando no es así.

Además los colectivos agrarios acusan a la ministra Teresa Ribera y a su equipo de «falta de palabra» pues se comprometieron a negociar el protocolo de gestión de la especie antes de tomar esta medida de incluir al lobo en el Lespre. Por todo ello piden la dimisión de la ministra de Transición Ecológica.

«El blindaje del lobo es un ataque a la ganadería y a las razas autóctonas de la Península Ibérica. Los ataques al ganado aumentarán. Las pérdidas de la ganadería aumentarán. El despoblamiento aumentará», pronostican los ganaderos.

Las organizaciones agrarias han apelado a las regiones con presencia de lobo a que «pongan todos los medios a su alcance, políticos y jurídicos, para proteger a sus ganaderos ante la inseguridad que genera esta medida.

«Seguiremos luchando y haciendo oír nuestra voz. No permitiremos que nos condenen a la extinción. Trabajaremos por que en el campo siga habiendo vacas, cabras, ovejas, caballos y demás animales. Y no solamente lobos», aseguran las organizaciones que están ya estudiando la convocatoria de movilizaciones de rechazo a esta medida.