Una rica y sabrosa forma de comer el pollo es mediante la fácil técnica de rebozado. Es una forma tan efectiva como conocida para darle todo el sabor a nuestro producto. Sin embargo, muchas veces fallamos en la, a priori, fácil elaboración.
Y es que, el pollo sin rebozar puede resultar poco apetitoso. Pero un filete empanado puede también resultar fastidioso si la parte externa, el rebozado, no está bien lograda. En el siguiente artículo te explicamos cuáles son los secretos de un buen rebozado para que esté como tiene que estar, bien crujiente.
7Alternativa al pan rallado
Además, los rebozados elaborados a partir de maíz, tienen numerosas ventajas además del acabado crujiente. Resulta que esta ralladura absorbe menos cantidad de aceite y son un producto sin gluten, lactosa ni huevo.
Por esta razón, mucha gente podría, evidentemente sin pasarlo por huevo batido para los intolerantes a la lactosa, comerse un filete de rebozado sin sufrir las consecuencias de sus respectivas intolerancias. Es una opción más que deseable.