Una rica y sabrosa forma de comer el pollo es mediante la fácil técnica de rebozado. Es una forma tan efectiva como conocida para darle todo el sabor a nuestro producto. Sin embargo, muchas veces fallamos en la, a priori, fácil elaboración.
Y es que, el pollo sin rebozar puede resultar poco apetitoso. Pero un filete empanado puede también resultar fastidioso si la parte externa, el rebozado, no está bien lograda. En el siguiente artículo te explicamos cuáles son los secretos de un buen rebozado para que esté como tiene que estar, bien crujiente.
6Pan Rallado

El pan rallado es el elemento principal del rebozado. Este es el que determinará la calidad de una manera más esencial de un buen o un mal rebozado. Resulta que existen varios tipos de pan rallado, y cada uno tendrá su preferencia para según qué preparaciones.
Entre ellos, está el pan rallado elaborado a partir de maíz. Este es ideal para conseguir una capa bien crujiente para nuestro pollo. Con este ingrediente, y si has seguido bien los pasos anteriores, no tendrás problemas para que tu alimento esté con la textura perfecta, crujiente por fuera, jugoso por dentro.