Sin duda uno de los platos estrellas de España es la tortilla de patatas. Junto a otras emblemáticas recetas, esta ha dado la vuelta al mundo por su sencillez para preparar, exquisitez en la boca y maravilloso sabor.
Muchas son las variantes que a lo largo del tiempo se han establecido para esta elaboración. ¿Pero, de dónde viene realmente la tortilla de patatas? Analizamos en este artículo de dónde viene y cuáles son sus posibles versiones.
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Muchas hipótesis
Hasta hace muy poco tiempo, el origen de este maravilloso manjar era desconocido. No obstante, se manejaban varias posibilidades que distaban unas de otras.
Hasta ahora, la versión que perduraba era que este magnífico plato fue ingeniado por el general Tomás de Zumalacárregui allá por el 1817 en la corte de Navarra. Sobre esto hay documentación escrita que señala que los navarros consumían dos o tres huevos junto a patatas.
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Inventado por necesidad
Según esta versión de los hechos, el general inventó esta elaboración por necesidad. Era un plato sencillo de elaborar, por lo que no se perdía mucho tiempo en hacerlo y muy nutritivo para alimentar a un ejército como era el carlista.
Además, estos productos, patatas y huevos, abundaban y no eran caros. Es decir, la versión tiene sentido. Según este documento escrito, también mezclaban los huevos y las patatas con pan.
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Otra hipótesis
Otra alternativa a esta versión, atribuía al cocinero de origen belga, Lancelot de Casteau, allá por el 1604 en la región de Lieja, la invención de la tortilla de patatas. Es decir, de un origen aún anterior.
Según los historiadores, De Casteau fue cocinero de tres obispos e incluso publicó tal receta. No obstante, la elaboración no es exactamente igual y, por lo tanto, los denostadores de esta opción, aseguran que no se trataba de una tortilla de patatas.
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La versión oficial
Se ha descubierto hace poco, el presuntamente verdadero origen de la tortilla de patatas. Nuestro símbolo gastronómico tendría por fin una localidad a la cual rendirle homenaje, y no es otra que la localidad extremeña, Villanueva de la Serena.
Así lo publica el científico Javier López en su libro “La patata en España. Historia y Agroecología del Tubérculo Andino”. Según López, tiene su origen en el siglo XVIII. En esta obra se habla del año 1798, año en el que tuvo lugar la revolución francesa, como la fecha en la que este plato se dio a conocer. Su invención es atribuida a Joseph de tena Godoy y al marqués de Robledo.
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La sencillez prima en la cocina
Y es que como casi siempre en el mundo de la gastronomía, la sencillez prima por encima de lo elaborado. La combinación de huevos y patatas tiene como origen distintos platos aún vigentes hoy en día.
Desde unas patatas al pelotón, como unos huevos fritos con patatas, hasta la deliciosa tortilla confeccionada a través de este mismo tubérculo. Como en la vida, a veces lo más simple es lo que triunfa, y así lo demuestra este plato estrella.
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Plato estrella
Si preguntamos un extranjero cuál es su comida favorita de España después de haber pasado un tiempo entre nuestras fronteras, casi siempre contesta que la tortilla de patatas. A veces normalizada, esta exquisitez hace el placer de todos cuando se prueba.
Y es que, resulta tan sencilla de hacer y su sabor es tan agradecido que es muy fácil quedarse con ella. Incluso si está mal elaborada está buena, no tiene fallo posible. Por eso sus versiones son tan variadas como antes lo era su supuesto origen.
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Receta clásica
Para elaborar una tortilla de patatas, únicamente necesitamos patatas y huevos. Dependiendo de la cantidad de personas que vayan a degustarla utilizaremos más o menos patatas y huevos.
Se fríen las patatas en una sartén y después se integra en los huevos batidos a parte. A continuación, se echa la mezcla en otra sartén, o en la misma, pero simplemente con un hilo de aceite. Cuando esta se cuaje de un lado, se gira la mezcla hacia el otro lado y voilà, listo para zampar.
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Diferentes versiones
Sin embargo, como se ha mencionado con anterioridad, este plato no tiene una receta única. Así mismo a todas se le llaman tortilla de patatas. Se le puede añadir cebolla, por ejemplo, o también chorizo.
Este palto es tan internacionalizado y tan popular que hay versiones de todo tipo. Tortilla de patatas con acelgas, tortilla de patatas con pimientos o un gran etcétera de versiones creadas desde la imaginación y creatividad del señor o la señora cocinero o cocinera. Incluso existen variantes veganas. Sorprendente ya que se trata de un plato en el que uno de los ingredientes principales es el huevo.
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¿Con cebolla o sin cebolla?
Este plato, no obstante, genera un gran debate. Parecido al de la pizza con piña, los hay que son adeptos a una manera de hacer la tortilla.
Entre las dispares opiniones que generan discusión, se encuentra la de la tortilla con o sin cebolla. Muchos señalarán que con cebolla no es la original, mientras que los otros admitirán que no pueden probarla desde que lo hicieron con esta hortaliza.
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¿Cuajada o sin cuajar?
Lo mismo ocurre con la cuestión de la tortilla cuajada o sin cuajar. Antiguamente, y en las regiones más rurales, la tortilla se cuajaba porque era fácil y práctico para comerla en el campo.
Actualmente, no es extraño encontrarnos en una tapería en la que la yema del huevo de la tortilla esté casi líquida por dentro. Es decir, sin hacer. Hay quien lo prefiere de un modo o de otro, pero sin duda las dos están para chuparse los dedos.
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