La diferencia entre unas croquetas buenas y unas malas es abismal. Hechas un mazacote, grasientas, frías por dentro… lo cierto es que hay mil maneras de estropear este plato, pero en gran parte de las veces se debe a un único motivo: no sabemos añadir bien el rebozado para que se queden crujientes por fuera.
De la misma manera, la diferencia entre preparar bien unas croquetas y hacerlo mal es muy sutil, así que presta atención a los consejos que hoy te damos para preparar esta receta de la mejor manera y así evitar disgustos.
1EL AUGE DE LAS CROQUETAS EN ESPAÑA
Las croquetas son, además de deliciosas, el aperitivo perfecto para una comida o cena. Puede ser incluso degustada a cualquier hora del día y no debe faltar en ninguna de las cartas de los restaurantes, ya que es uno de los platos favoritos de los españoles aunque la receta no sea nuestra.
De hecho, el origen de la croqueta se dio en Francia, pero en España se popularizaron durante los siglos XIX y XX y desde entonces en nuestro país también somos unos auténticos especialistas de la croqueta. Por eso te encontrarás unos auténticos talibanes de este plato que estarán dispuestos a criticarte de lo lindo si tu rebozado no está lo suficientemente crujiente. ¿Sabes cómo conseguirlo?