Las casas de los grandes narcos son conocidas por el amor al lujo, la grandiosidad y las excentricidades de sus propietarios. Los grandes capos de la droga en los años 80 y 90 construyeron, especialmente en las principales ciudades mexicanas, grandes y ostentosas mansiones. Estas casas eran la manera que tenían de expresar su poderío económico y social y de sentirse admirados. Por lo general, son casas rodeadas de enormes espacios de terreno. En sus espectaculares fachadas destaca el empleo de materiales caros como el mármol, y también enormes columnas y portones.
Pero el verdadero lujo se descubre en el interior. Prácticamente en todas las casas de los grandes narcos encontrarás espectaculares piscinas, baños con jacuzzis, habitaciones enormes decoradas con obras de arte (no siempre con gusto), tecnología punta como grandes pantallas de cine y televisión, garajes de múltiples plazas, muebles de lujo, etc.
Hoy en día, sin renunciar al lujo y a las grandes marcas los principales narcos prefieren llevar un estilo de vida un poco más discreto para poder realizar sus operaciones con las mínimas interferencias. Veamos cómo son las casas de los narcos más famosos de la historia.
1La casa del narco Pablo Escobar en la Riviera Maya
El narco colombiano Pablo Escobar es sin duda uno de los más emblemáticos que se conocen. El líder del cartel de Medellín comenzó en los años 80 su negocio de producción y venta de marihuana y cocaína a nivel mundial. Murió el 2 de diciembre de 1993 con solo 44 años y una vida intensa. Una de sus construcciones más destacadas fue una espectacular casa en la Riviera Maya que llamó Casa Magna. Abandonada durante años, fue comprada finalmente por un galerista de arte de Nueva York, Lio Malca en el 2012. Lio convirtió la mansión en un lujoso hotel. Si puedes permitirte unas vacaciones de lujo seguramente una de sus 71 suites o habitaciones de playa sería el lugar ideal.
Maravillosas playas de arena blanca, un límpido mar de un increíble azul, jungla verde son el entorno que rodea a la construcción. El lujo, el arte y el buen gusto son las señas principales de esta increíble casa. El narco se decidió a construir la casa en la península del Yukatán, a solo 15 kilómetros están las ruinas arqueológicas de Tulun y la reserva ecológica de Sian Ka’an. Un sitio ideal donde podía realizar sus negocios lejos de las miradas indiscretas.