La fibromialgia es una afección a largo plazo razonablemente común que afecta los huesos y los músculos. Los síntomas incluyen dolor muscular y articular general, rigidez y fatiga. El tratamiento tiene como objetivo controlar la afección mediante el ejercicio, el descanso y la reducción del estrés.
FIBROMIALGIA
La fibromialgia puede afectar a cualquier persona a cualquier edad, pero se diagnostica más comúnmente entre las edades de 25 y 55 años y es más probable que ocurra en mujeres que en hombres. Los estudios en el extranjero sugieren que hasta el seis por ciento de los neozelandeses pueden desarrollar la enfermedad.
El término ‘fibromialgia’ significa literalmente dolor en los músculos y tejidos fibrosos (es decir, tendones y ligamentos).
A menudo se superpone con otras afecciones dolorosas como el síndrome de fatiga crónica, el síndrome del intestino irritable, el síndrome de dolor regional complejo y la migraña. También ocurre comúnmente junto con enfermedades inflamatorias, como artritis reumatoide, espondilitis anquilosante y lupus eritematoso sistémico.
CAUSAS DE LA AFECCIÓN
Durante muchos años se pensó que la fibromialgia tenía una base psicológica, pero ahora se reconoce como una condición médica por derecho propio.
Se desconoce la causa de la fibromialgia. Se cree que la afección puede deberse a un mal funcionamiento en la forma en que el sistema nervioso central procesa las señales de dolor. Esto hace que las personas con fibromialgia experimenten dolor debido a sensaciones que otras personas podrían percibir solo como malestar.
Hay indicios de que una lesión física, un trauma emocional o una infección o enfermedad pueden desencadenar la afección. También hay indicios de que los factores hereditarios (genéticos) están involucrados en el desarrollo de la fibromialgia, ya que a veces ocurre en varios miembros de una familia.
SIGNOS Y SÍNTOMAS
Una persona con fibromialgia puede experimentar una amplia gama de síntomas, pero los principales son dolor muscular y articular generalizado, rigidez y fatiga.
La naturaleza y la gravedad de estos síntomas varían mucho de una persona a otra. Un período en el que hay un aumento en el número y la gravedad de los síntomas se conoce como «brote».
El dolor de la fibromialgia se puede describir de varias maneras, como un dolor, un dolor agudo, un latido o una sensación de ardor, y puede moverse de una parte del cuerpo a otra.
La cantidad de dolor experimentado puede variar a lo largo del día y también puede empeorar con un cambio de clima; aumento del estrés, el ruido y la actividad; y falta de sueño.
La rigidez de los músculos y las articulaciones puede ser más notoria por la mañana y después de estar sentado durante períodos prolongados. Levantarse para moverse y estirarse es la mejor manera de prevenir la rigidez.
Muchas personas con esta afección experimentan fatiga. El nivel de fatiga puede variar de una persona a otra, desde apenas perceptible hasta grave, y también puede variar a lo largo del día y en diferentes días.
Muchas personas con fibromialgia también experimentan problemas para dormir. Parece que las personas con fibromialgia a menudo carecen de las etapas restauradoras profundas del sueño y, a menudo, se despiertan sintiéndose no renovadas.
Más de la mitad de las personas con fibromialgia experimentan síntomas como irritabilidad, olvido, falta de concentración, cambios de humor, ansiedad y depresión.
Otros síntomas que pueden experimentar las personas con fibromialgia incluyen:
- Migrañas y dolores de cabeza tensionales
- Dolor abdominal recurrente
- Diarrea
- Dificultad para tragar
- Vejiga irritable que provoca micción frecuente o dolorosa
- Entumecimiento y hormigueo en las extremidades.
- Sequedad de ojos y boca
DIAGNÓSTICO
La fibromialgia puede ser una afección difícil de diagnosticar ya que sus síntomas suelen ser similares a los de otras afecciones, como la artritis reumatoide o el síndrome de fatiga crónica.
Los análisis de sangre y las radiografías generalmente arrojan resultados normales en una persona con fibromialgia, pero a menudo se realizan para descartar otras afecciones.
Un médico puede hacer un diagnóstico de fibromialgia si el paciente ha tenido dolor generalizado durante más de tres meses en ausencia de otra afección médica que pueda causar el dolor.
Los médicos usan ciertos criterios para ayudar a hacer un diagnóstico. La mayoría de las personas con fibromialgia tienen sensibilidad en al menos 11 de los 18 puntos sensibles ubicados en lugares precisos del cuerpo (que se muestran en el diagrama a continuación).
Sin embargo, algunas personas aún pueden tener fibromialgia incluso sin estos síntomas. Otros indicadores que buscarán los médicos incluyen:
- Análisis de sangre normales
- Fatiga crónica
- Trastornos del sueño
- Dolor esquelético (principalmente en cuello y espalda)
TRATAMIENTO
Si bien no existe cura para la fibromialgia, la afección se puede controlar mediante una variedad de medidas.
- Ejercicio
El ejercicio es muy recomendable a pesar de que las personas con fibromialgia pueden ser reacias a hacer ejercicio debido a su dolor. El ejercicio es importante para evitar que los músculos pierdan fuerza por falta de uso.
Otros beneficios del ejercicio regular incluyen mejorar el sueño, ayudar a la digestión, aumentar el flujo sanguíneo y mejorar el tono muscular. Es mejor comenzar con pequeñas cantidades de ejercicio de bajo impacto (como caminar) a diario y aumentarlo gradualmente según se tolere.
La fisioterapia y la terapia ocupacional pueden ayudar a reducir los efectos de la fibromialgia en la vida diaria. Un fisioterapeuta puede enseñar ejercicios que mejorarán la fuerza, la flexibilidad y la resistencia.
Un terapeuta ocupacional puede ayudar a realizar ajustes en las estaciones de trabajo o en la forma en que se realizan ciertas tareas para reducir el nivel de estrés en el cuerpo.
- Descansa y duerme
El descanso también es importante para controlar la fibromialgia. Las personas con fibromialgia a menudo se sienten agotadas después de solo pequeñas cantidades de actividad.
Por lo tanto, a menudo es útil descansar regularmente durante el día e incluso durante la actividad si es necesario. Incluso períodos de descanso de 5 a 10 minutos pueden ser útiles.
El sueño suele ser de una calidad inadecuada para las personas con fibromialgia. No es aconsejable usar pastillas para dormir a menos que sean absolutamente necesarias, y luego solo por breves períodos de tiempo.
Algunos métodos que pueden ayudar a obtener un sueño más reparador incluyen evitar el alcohol y el café por la noche, usar la habitación solo para dormir (es decir, no para trabajar o comer), asegurarse de que la habitación esté oscura cuando intente dormir y tener un horario regular para ir a la cama.
