La asociación ‘La España que reúne’ ha trasladado este viernes su rechazo al asalto al Capitolio de Estados Unidos por parte de partidarios del «populismo liberal» de Donald Trump y ha hecho un llamamiento a la UE para trabajar con «más energía, más voluntad e inteligencia en ser un punto de referencia internacional en la defensa de los valores democráticos».
Esta asociación, integrada por exdirigentes y personalidades como Nicolás Redondo Terreros, Francesc de Carreras, César Antonio Molina o Joaquín Leguina, ha subrayado este viernes que «la gran democracia americana» fue «sometida a escarnio» el pasado día 6 por «una turba sediciosa» que ocupó «de forma ilegal y vergonzosa» el Capitolio.
«Nunca imaginamos que pudiera pasar lo que hemos contemplado con una mezcla de vergüenza, sorpresa, indignación y miedo. Cuando se combate la democracia desde dentro, cuando quienes nos representan, no sólo no cumplen las leyes y las resoluciones, sino que las desdeñan, las sabotean y las trasgreden, las turbas terminan apoderándose de la política», ha señalado.
En esta línea, ha alertado de que «la división, la quiebra y la polarización social amenazan con perpetuarse en la sociedad y en la política americana» y ha subrayado la necesidad de que los demócratas, «vencedores de las últimas elecciones presidenciales, y los republicanos, que mayoritariamente rechazan la irresponsabilidad y la demagogia del presidente saliente», restablezcan «los equilibrios sociales y políticos».
Aunque se ha mostrado convencida de que las «poderosos y sólidas» instituciones de Estados Unidos «se impondrán definitivamente», la asociación ha llamado a «extraer consecuencias» y ha recordado que los cuatro años de Trump al frente de la Administración norteamericana «y, sobre todo, las últimas semanas», han enseñado a la UE que hay que ser «más solidarios entre nosotros» y «elevar nuestra vista por encima de nuestras fronteras y recobrar nuestra determinación de volver a ser sujetos principales e influyentes de la historia mundial».
«Los europeos debemos empeñarnos con más energía, más voluntad e inteligencia en ser un punto de referencia internacional en la defensa de los valores democráticos y serlo con todas las consecuencias, como corresponde a nuestra importancia histórica, cultural y económica», ha recalcado.
«Olvidemos las penitencias por nuestros viejos pecados y pongámonos a la altura de las responsabilidades que nos corresponden, que no son menores que las de otras grandes potencias económicas, políticas y militares», ha argumentado.