Una de las victimas favoritas de Cristiano Ronaldo en toda su carrera es sin duda alguna el Atlético de Madrid. Contra el máximo rival en la capital española tiene un total de 25 goles anotados, toda una barbaridad. Además, hay que tener en cuenta que 22 de esos tantos los realizó con la camiseta del Real Madrid; lo que lo coloca como el máximo goleador en la historia de los derbis madrileños. Con goles de todos los colores, el portugués se ha lucido en múltiples ocasiones frente a los colchoneros; con lo que certifica un idilio amoroso con el gol cada vez que los tiene delante.
A lo largo de su carrera se ha podido medir ante grandes rivales; sin embargo, si es el Atlético el que tiene al frente se activa un poder especial en el luso que lo hace jugar mucho mejor. Los goles no son lo único que despliega, porque en su arsenal figuran grandes partidos; pero es que han sido tantas dianas que esas son las que quedan en el recuerdo de los aficionados. Las humillaciones a los rojiblancos han sido muchas, al punto de varios de sus goles se pueden colocar como los mejores que se han hecho en los derbis de Madrid; aunque siempre saldrán a relucir esos momentos en los que robo el show por completo.
6Golazos para salvar a la Juventus
Para Cristiano Ronaldo la Champions League se convirtió en uno de los escenarios favoritos en el que lucirse frente al Atlético de Madrid, algo que se intensificó tras su marcha a la Juventus; porque es allí en el único torneo donde lo puede enfrentar. De hecho, no pasaría mucho tiempo desde que saliera del conjunto blanco para que los volviera a ver, debido a que en la campaña 2018-2019 se los cruzó nuevamente en los octavos de final y una vez más sería su verdugo.
Lo peculiar de esta serie es que en la ida el Atlético se impuso por 2-0 con un juego brillante y que dejó muy mal parado a la Juventus. Los rojiblancos hicieron un trabajo estupendo, al punto de que Simeone celebró de una forma muy inapropiada la victoria; pero en la vuelta Cristiano saldó las cuentas con un nuevo hat-trick de bandera. Primero con un cabezazo imperial sobre Juanfran; luego con otro tanto de testa, aunque con algo de suspenso debido a que Oblak la sacó de adentro y la tecnología fue quien confirmó el gol; y después de penal, ese punto en el que nunca se asusta, para certificar una remontada épica. El portugués salvó a la Juventus y demostró una vez más ese idilio especial que tiene frente a los rojiblancos.
