Cava o champán: la clave no solo está en las burbujas

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De las bebidas más placenteras que podemos tener en el mundo están los vinos. Pues sí, los mismos han llegado a nuestras vidas, no solamente para ofrecernos historia de la buena, porque detrás de una botella hay un proceso increíble hasta que llega a la comercialización, sino que también, representa ser el punto de encuentro para disfrutar y deleitar el paladar en los momentos más importantes de cada persona. Existe una diversidad sumamente mágica, y eso es algo que define el sentir más intrínseco de su nacimiento. Pero de los que mejor se posicionan están cava y champán. Estamos en presencia de dos verdaderas joyas de la gastronomía mundial, que no se cansan de ofrecernos el mejor atractivo.

En cierta forma somos adictos, en el buen sentido de la palabra. Nos conquistan sus burbujas, el olor, color, sabor, y un sinfín de propuestas que la verdad nadie en su sano juicio se quiere perder. Seguramente estás en un dilema por cual elegir. A veces piensas que son iguales, pero no es así. Tanto cava como el champán tienen sus diferencias y encantos. Desde luego que las burbujas son una seducción para todos, aunque hay más por descubrir. Te invitamos a que viajes con nosotros por este sendero del placer que solo te puede dar Que.es.

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Detalles con el azúcar

Otro de los datos vinculantes a cava y champán es que tanto en la presentación en blanco como rosado tienden a cumplir con ciertos parámetros esenciales en la medida del azúcar que se le agrega. De hecho, su fabricación como tal es un arte, ya que las cosas van en escala con contenido que suelen colocarle.

Es por ello, es que en el mercado tenemos la posibilidad de encontrar variantes como para amenizar el momento, y van acorde a lo que desea el cliente. Bien sea dulce, semiseco, seco, brut y extra brut. También están las opciones de brut nature. Siendo estos últimos los que menos contenidos en azúcar poseen de por sí.