Lydia Lozano: la decadencia de una gran periodista hasta llegar a Sálvame

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Para llegar a ser figura pública, sin lugar a dudas que se necesita de mucho temple y entrega en cada uno de los sentidos. Y es que, trabajar en el medio televisivo es una de las pruebas más duras que existe en la industria del entretenimiento; ganarse un lugar dentro de los grandes, es todavía mayor. Uno de los nombres que suena con gran fuerza en la televisión es el de Lydia Lozano, la colaboradora de Sálvame.

Estamos en presencia de una gran periodista que no la ha tenido fácil para ganarse el lugar que tiene hoy en día en Sálvame, y que a pesar de las polémicas que giran en torno a ella, es de las más esenciales que le imprime un toque diferente al plató de Mediaset. Y es que, muchas personas suelen creer que todo es mágico e idílico cuando se trata de estar en las pantallas. Pero no es así, hay esfuerzo dentro de ese concepto, mucho sudor y también lágrimas.

Las estrellas también son seres humanos que sienten y padecen, aún así, se mantienen firmes para seguir entregando lo mejor. Te desvelamos cómo ha sido la carrera de Lydia Lozano, y de qué forma le hecho frente a las vicisitudes para ser considerada una extraordinaria periodista que le ha dado mucho a Sálvame.

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La adaptación… Qué ha propuesto Lydia Lozano a Sálvame

Si bien es cierto que Lydia Lozano tuvo sus momentos de decadencia, Sálvame y el mismo Telecinco, fue su piso sólido donde ha tenido la oportunidad de demostrar de qué está hecha. Sus cuestionamientos a nivel del periodismo la pusieron varias veces en jaque, pero jamás le restó ese título de buena profesional porque un error lo comete cualquiera.

No obstante, en Sálvame la hemos visto andar sobre las aguas seguras, ella maneja y controla a la perfección la prensa rosa y le ha dado buenos números al programa. Pues estos guiones a ella le vienen como anillo al dedo con toda y polémicas de por medio. Con los años, ha ido calando y creando más confianza en ella, porque la rodea un nido de víboras que buscan un descuido para restarle importancia.