Molas sitúa la reactivacion del sector «a finales de marzo o principios de abril»

El presidente de la Mesa de Turismo, Juan Molas, ha situado la reactivación del sector del turismo y los viajes en el horizonte del primer cuatrimestre del año 2021, «a finales de marzo o principios de abril».

Para ello, Molas ha apostado por que primero se debe convencer al conjunto de los actores de la industria de que con las medidas adecuadas (ya sea gracias a la posible vacuna o mediante test) se puede alcanzar la confianza y la deseada reactivación, porque hay «ansiedad» de viajar».

El presidente de la Mesa de Turismo ha señalado durante su intervención en el foro digital titulado ‘El futuro del turismo emisor: la reconstrucción’, organizado por ObservaTUR, que otras claves que han de marcar el futuro post Covid-19 son la digitalización «absoluta», el talento y la personalización.

Además, ha apuntado que, tras la crisis, el cliente sería mucho más importante si cabe que lo era hasta ahora. «Un cliente que ha indicado que será mucho más digital, buscará el prestigio de las marcas en cualquier ámbito del viaje y demandará prestaciones de servicio más altas», ha señalado.

En esa transformación «radical» que ha anticipado Molas, el viajero buscará la flexibilidad y efectuará sus reservas con menor antelación que hasta ahora, priorizando la seguridad y las garantías y, sobre todo, conocerá más que nunca todos los aspectos relacionados con los viajes, desde los tratados, hasta las compañías de transporte o alojamiento.

Con todo, y a pesar de haber fijado un fecha de reactivación en el calendario, Molas ha insistido en la necesidad de que, hasta ese momento, es muy importante «comprar tiempo» y mantener una serie de medias que ha enunciado, entre ellas, por ejemplo, disponer de vías de financiación, aplicar reducciones de impuestos (en especial el IVA), proteger el empleo a travesee del modelo de ERTEs (hasta el 30 de junio) y rebajar las tasa aeroportuarias. Ha hablado igualmente de la urgencia de mejorar la política de comunicación del Gobierno en los mercados internacionales, que ha calificado de «pésima».