Qué son los pólipos

Se le conoce como pólipos a los tumores o excrecencias blandas que pueden tornarse duras o adoptar un aspecto carnoso, cuyo origen se da en las membranas mucosas, como pueden serlo el útero, el colon o el recto, la raíz y la garganta. Si bien, la mayoría de los pólipos son benignos, algunos de estos pueden convertirse en cancerosos, es por ellos que los médicos los suelen extirparlos para realizar exámenes.

Existen también los pólipos fibroides, los cuales poseen una textura fibrosa. Así mismo están los pólipos mucosos que se tienen la misma consistencia y color de la mucosa en la que están alojados. Un ejemplo de ellos de son los adenomas, los cuales son pólipos mucosos en el recto de los niños, o los sanemosarcomas, que es la presencia de muchos pólipos en la zona de la nariz. Los más peligrosos suelen ser los pólipos sarcomatosos, frecuentes en la matriz.

Desde la infancia hasta los 50 años estamos propensos a padecer pólipos mucosos. En los niños se consigue en el área del recto y el intestino grueso. Entre la adolescencia y los 35 años, lo pólipos se pueden manifestar en nariz. Y desde los 35  a los 40 años, es posible que estos pólipos se presenten en el útero, siendo este el punto de inicio para una degeneración cancerosa. El único tratamiento es quirúrgico.

¿Cuáles son los tipos más frecuentes?:

A pesar de la gran variedad de pólipos que se pueden presentar en las diferentes partes de nuestro cuerpo, existen dos de estos que se manifiestan con más frecuencia: los pólipos cervicales y los colonorectales.

Pólipos cervicales

Pólipos

Estas neoplasias generalmente con forma de dedo, se presentan en la parte inferior del útero que conecta directamente con la vagina o cuello uterino. Son comunes, pero suelen ser más frecuentes en mujeres que han superado los 40 años y han tenido muchos hijos. Mientras que es raro detectar pólipos cervicales en mujeres que no han comenzado la menstruación.

 No se conoce la causa exacta de los pólipos cervicales y generalmente no manifiestan síntomas, y en caso de presentarlos estos suelen ser:

  • Inflamación crónica.
  • Periodos con abundante sangrado.
  • Sangrado anormal, fuera de periodo normal o en mujeres con menopausia.
  • Obstrucción en los vasos sanguíneos del cuello uterino.
  • Aumento anormal en los niveles de estrógeno.

Detección temprana:

Los exámenes pélvicos es una de las mejores formas de saber si se presentan pólipos en el área, con esto se podrá observar si hay crecimientos en forma de dedo lisos de color violáceos o rojos en la zona del cuello uterino.

De encontrarse pólipos, el médico encargado extirpara los pólipos y los enviará a evaluación para determinar si son benignos o no.

El tratamiento para los pólipos

En caso de presentar pólipos, estos pueden ser removidos de forma rápida en un procedimiento ambulatorio. Los pólipos más pequeños se pueden remover con una suave torsión. Los más grandes en cambio suelen requerir electrocauterización.

Pronóstico

Pólipos

Generalmente los pólipos son benignos y son sencillos de extirpar, además de que generalmente no crecen de nuevo. Por otra parte, hay casos en los que la proliferación de pólipos no puede detenerse.

¿Existen complicaciones?:

El sangrado y los cólicos ligeros pueden presentarse días después del procedimiento quirúrgico.

En caso de presentar sangrado vaginal anormal, ya sea después de tener relaciones sexuales, entre períodos o luego de la menopausia.  Recuerde que los exámenes ginecológicos regulares pueden ayudar a una detección temprana.

Pólipos colonorectales

Son otro tipo de pólipos bastante frecuente, generalmente asociados al cáncer de colon, aunque no siempre es así. Estos tumores generalmente benignos se desarrollan en el revestimiento de los intestinos, el tracto digestivo y el colon. Suelen medir un cuarto de pulgada, aunque pueden crecer unas pulgadas más, y tienen el aspecto de pequeñas protuberancias en el revestimiento del intestino que sobresalen por el lumen. Cuando los adenomas se vuelven cancerosos, se les conoce como adenocarciomas.

Existen otras clases de pólipos colonorectales:

  • Los pólipos serrados: poco comunes y con el tiempo pueden volverse adenocarcomas.
  • Los pólipos hiperplásticos: es poco frecuente que se tornen malignos.

Causas:

Se cree que factores como la edad y los antecedentes familiares con padecimiento de cáncer de colon o pólipos, pueden ser los causantes del crecimiento de estos. Lo más recomendable es realizar un estudio del historial médico, ya que una pequeña cantidad de personas que padecen estos adenomas también pueden estar relacionadas con problemas hereditarios como la Poliposis adenomatosa familiar, poliposis juvenil, síndrome de Peutz-Jeghers, síndrome de Gardner y el síndrome de Lynch.

Síntomas

Pólipos

Los pólipos no suelen causar síntomas, pero en caso de ser así, estos suelen ser:

  • Cambios en las deposiciones habituales.
  • Fatiga por pérdida de sangre.
  • Sangre en las heces.

Detección a tiempo:

Los exámenes físicos regulares pueden ayudar, como lo es el tacto rectal para la ubicación de un pólipo de gran tamaño.

Además, también existen otras pruebas como:

  • Prueba de ADN en las heces.
  • Colonoscopia.
  • Examen coplologico.
  • Pueba inmunoquímica fecal o (PIF)
  • Enema opaco.
  • Sigmoidoscopia.

Tratamiento a seguir

Pólipos

Estos adenomas se deben extirpar ya que existe la posibilidad de que se conviertan en cáncer. En la mayor parte de los casos, lo pólipos se eliminan durante la colonoscopia.

En escasas ocasiones en las que hay muy alta probabilidad de que los pólipos se tornen cancerosos,  o que se vuelvan demasiado grandes como para ser extirpador durante la colonoscopia, el médico recomendará realizar una colectomía, que es una cirugía para eliminar la parte del colon que tiene los pólipos.

Pronóstico:

Las expectativas serán excelente en caso de que los pólipos sean removidos en su totalidad, en caso contrario, estos podrían convertirse con el tiempo en cáncer.

¿Cuándo es buen momento para contactar a un profesional?

Pólipos

En caso de notar sangre en las heces o presentar cambios en las deposiciones, llame a su médico de cabecera.

Un examen a tiempo puede salvar tu vida.