La “carnicería” en el pecho de Adara y otras operaciones fallidas de los famosos

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En el mundillo del espectáculo, del cine y la televisión, se vive de la imagen. Si tu aspecto no agrada al público, no queda bien en cámara o si envejeces, estás fuera. Para seguir en la rueda hay que mantener una imagen deslumbrante, rejuvenecerse todo lo que sea posible y estar siempre en perfecto estado de revista. Si no es así, te caes. Pierdes la fama, el dinero y los contratos. Por ese motivo no es raro ver a los famosos y a las famosas por el quirófano para ponerse a punto. La última en España, al menos que sepamos, ha sido Adara Molinero.

Pero en las operaciones de cirugía estética no siempre se acierta. Uno puede desembolsar un dineral para mejorarse los glúteos, los pechos, los labios o lo que sea y que no salga como esperaba. Puede ser que el cirujano tenga un mal día o que la operación se complique por algún imprevisto. Y es una faena, una marca y un estigma que queda para siempre visible en tu cuerpo. No han sido ni uno ni dos los famosos que han sufrido esta situación y han salido del quirófano peor de lo que entraron. 

 

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Jane Fonda

Jane Fonda

Pocas actrices  más míticas y con una carrera tan apabullante como la de la estadounidense Jane Fonda. Recientemente, en una entrevista con la edición  canadiense de la revista Elle, confesó que se había hecho operaciones estéticas en varias ocasiones. «Odio el hecho de haber tenido la necesidad de cambiar mi físico para sentirme bien. Me enseñaron a pensar que si quería ser aceptada tenía que ser delgada y bonita. Eso lleva a muchos problemas. Ojalá no hubiese sido así. Me gustan las caras viejas, los rostros vividos», reflexionó Fonda. 

Pero, con los ochenta años más que cumplidos, la actriz ha decidido renunciar de una vez para siempre a estas operaciones. A partir de ahora, ha asegurado, peleará por aceptarse a sí misma. “No puedo fingir que no soy vanidosa”, reconoció, “pero no habrá más cirugía plástica, ya no voy a operarme más. Tengo que trabajar todos los días para aceptarme a mí misma».