Por qué no deberías usar un termómetro de frente para controlar la fiebre

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Con la llegada del coronavirus se ha extendido el uso del termómetro de frente. Las razones son muy simples, por una parte, no necesita tocar el cuerpo de la persona a la que le toca la temperatura, y por otra, la fiebre es uno de los síntomas más evidentes de una persona que está contagiada.

Pero al igual que el uso de mascarillas ha despertado ciertas polémicas, el del uso del termómetro de frente también. Cosas como que en la frente no es un buen lugar, sino que se debe hacer en el cuello o la muñeca y demás quejas. A continuación, te explicamos las razones por las que no debes controlar tu fiebre con este termómetro de frente.

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Los tipos de fiebre

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Seguramente este es otro dato que desconocías, pues sí, existen dos tipos de fiebre, y deberías conocerlos, ya que es importante a la hora de decidir si necesitas ir al médico o no. Aunque en estos momentos, son muchos más los datos que requerimos para poder acudir al médico, más que nada por el temor al coronavirus.

Como decíamos, existen dos tipos de fiebre, y son fáciles de diferenciar, ya que depende la temperatura de cada uno. Por un lado tenemos la febrícula esta es cuando el termómetro nos muestra una temperatura de 38 grados, por lo que es más ligera. Pero también está la fiebre a secas, la que ya conocemos, que implica tener más de 38 grados, y es cuando de verdad hay que buscar ayuda médica.