Sector crítico en IU pide a Garzón pactar cómo se hará el debate previo a la asamblea federal con el estado de alarma

El cabeza de lista de la candidatura alternativa a la dirección de IU, José Antonio García Rubio, ha solicitado al líder de la formación, Alberto Garzón, que acuerden cómo se va a realizar el debate entre la afiliación de cara a la nueva asamblea federal, debido a la declaración del estado de alarma y limitación de reuniones.

«La democracia en IU está en juego», ha manifestado el propio García Rubio en Twitter para avanzar que ha remitido ya un correo formal trasladando esta necesidad de consenso entre ambos sectores de cara a garantizar el análisis y debate de los documentos de estrategia política en las diversas agrupaciones de base.

El precandidato a dirigir IU ha señalado que existe afiliación que no cuenta con medios para conectarse a internet ni asambleas locales que no pueden organizar el debate de forma telemática.

Lo hace justo después de que se haya decretado el estado de alarma que despliega limitaciones de movilidad nocturna, posibilidad de restringir entradas y salidas en territorios y prohibición de reuniones de más de seis personas no convivientes.

DEBATE SOBRE DOCUMENTOS

El documento político alternativo presentado por el sector crítico a la dirección de IU, que se opone a la integración con Podemos y reivindica la «soberanía» de la formación, logró reunir los avales requeridos en el proceso abierto para la asamblea federal del partido, prevista en enero.

Dicho texto, denominado ‘La izquierda necesaria’, rechaza la «fusión organizativa» con Podemos, que a su juicio plantea la estrategia avalada por la dirección, por considerar que es una opción abocada al «fracaso» y supone el «entierro político» de IU como izquierda transformadora.

«El resultado sería un fracaso y, dada la correlación de fuerzas y la actitud conocida de Podemos, el entierro político de la alternativa transformadora global y sistémica de IU», puntualiza el sector crítico.

Por otro lado, la propuesta estratégica de la dirección, consensuada con el Partido Comunista de España (PCE), defiende «fortalecer» la coalición con Podemos, bajo la marca Unidas Podemos, y apostará para ello por «democratizar» este espacio de convergencia, de cara a asentar su «base popular y territorial».

Concretamente, postula que la coalición con Podemos es la «base sólida» para potenciar la unidad popular de los agentes vinculados con la izquierda. En consecuencia, Unidas Podemos no puede ser solo un mero espacio electoral de cara a avanzar en el refuerzo de IU como sujeto político social, dejando a un lado «las dinámicas identitarias de las organizaciones políticas».

Una vez completado este trámite, se lanzará el debate sobre los documentos entre las asambleas de base y las diferentes estructuras de la organización, con vistas a la asamblea de enero.