El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha rehusado explicar durante la sesión de control al Gobierno celebrada este miércoles en el Congreso por qué la inhabilitación del ex presidente de Cataluña Quim Torra, que fue confirmada el lunes por el Tribunal Supremo, aún no ha sido publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), formalidad necesaria para que pueda ser sustituido.
La pregunta la ha planteado la portavoz parlamentaria de Junts, Laura Borràs. «¿No le da vergüenza?», ha dicho la diputada catalana, poniendo de relieve la tardanza por parte del Gobierno en el cumplimiento de este trámite formal.
Sin embargo, Campo no ha contestado y ha pasado directamente a la segunda parte de la pregunta de Borràs, sobre el inicio esta misma semana de la tramitación de los indultos presentados ante el Ministerio de Justicia a favor de los doce condenados por el ‘Procès’.
A este respecto, el ministro ha incidido en que «la tramitación de un indulto no es ninguna respuesta política», sino que obedece al «cumplimiento del ordenamiento jurídico», que -ha subrayado- establece «un procedimiento absolutamente reglado» en el cual participan varios actores, incluidos el tribunal sentenciador, las víctimas del delito en cuestión y el Gobierno, conforme ha enunciado.
En su réplica, Borràs ha retomado la cuestión de Torra al aseverar que el Gobierno «no se atreve» a publicar su inhabilitación en el BOE porque supone «derrocar a un presidente democráticamente escogido», al tiempo que ha augurado que «la justicia europea acabará inhabilitando a la justicia española». «A más represión, más determinación de la necesidad de disponer de un Estado propio que nos respete», ha remachado la portavoz de Junts.
Campo ha respondido que entiende la «argumentación política» de Borràs, si bien ha insistido en que España es «un Estado Social y Democrático de Derecho» donde «las sentencias se acatan y se hacen ejecutar» y, en consecuencia, ha aclarado que no valorará ni la sentencia contra Torra ni ninguna otra. «Le digo que este Gobierno solo tiene un instrumento para eso: el diálogo», ha zanjado.
