Una guardería de Rusia ha prohibido la entrada a una niña de dos años por considerar que la deformidad que padece en su cráneo podría «asustar a otros niños».
Sofya Zakharova nació con una malformación en la cabeza y con algunos de los dedos de sus pies y manos unidos entre sí.
Cuando por consejo médico sus padres intentaron inscribirla en una guardería para que interactuase con otros niños, los responsables del centro se negaron a admitirla por considerar que su aspecto aterrorizaría a sus compañeros.
Tras los hechos, Rainbow of Goodness, una ONG local, contactó con la familia y comenzó a presionar sin éxito al centro para que admitiera a la pequeña, por lo que las autoridades rusas han actuado de oficio y se ha abierto una investigación para aclarar los hechos.
«Cuanto antes pueda interaccionar con otros niños, más fácil será para ella enfrentar las condiciones en las que vive y crece. Cuantas más interacciones tenga, más fácil será para ella aceptarse a sí misma», declaró la psicóloga infantil Ekaterina Belan.
