La azafata Jamila Hardwick ha confesado los motivos por los que no deberíamos pedir café o té cuando estamos a bordo de un avión.
En una entrevista a ‘Inisde Nation‘, la trabajadora revela que el personal de cabina nunca consume este tipo de productos cuando vuela, ya que, según sus palabras, «los depósitos de agua casi nunca se limpian».
«Es posible que desee pensar en otra cosa que no sea café o té… Lo que pasa con el café y el té, las tuberías rara vez se limpian», asegura.
En la entrevista reconoce que los tanques de agua solo se limpian unas cuatro veces al año. El agua utilizada para bebidas calientes sale del grifo, no es embotellada.
Además de esta revelación, la azafata confesó otros secretos de su día a día. Por ejemplo, que la Coca-Cola Light es el refresco más demandado y por lo tanto el que más tardarán en servir, «para cuando lo servimos, podríamos tener otras tres bebidas listas», explicó.
También reveló que no se debe solicitar la ayuda al personal de cabina para guardar el equipaje en los maleteros superiores de la aeronave. «No nos pagan hasta que se cierra la puerta de embarque. Por tanto, si nos lastimamos al subir una maleta al compartimento superior, no puede decir que haya sido un accidente laboral», indicó.
Otros objetos controvertidos son las mantas y las almohadas, cuyo lavado, en opinión de la trabajadora, no se realiza con el suficiente escrúpulo. «Es cierto que se lavan, pero no estamos seguros de lo bien que se hace. Para la almohada, quitan el forro y le ponen uno nuevo, por lo que la almohada sigue sucia», concluyó.
