La hija de la infanta Elena, Victoria Federica, acaba de celebrar su puesta de largo en una gran fiesta que le ha regalado su abuelo, el Rey Juan Carlos, y que tuvo lugar en la exclusiva finca La Escorzonera, en la casa-palacio El Chaparral, en Madrid.
Según informa ‘ABC‘, la nieta de los Reyes hizo su debút en sociedad rodeada de su familia y amigos cercanos, en una fiesta en la que el gran ausente fue el rey emérito. Sí estuvo acompañada de su abuela la Reina Sofía, su hermano Felipe Juan Froilán, o su primo Juan Urdangarín.
Para la ocasión, Victoria Federica lució un vestido largo, rojo y sin mangas, de Lorenzo Caprile, con escote en V y flecos.
La celebración tuvo lugar este jueves, diez meses después de cumplir su mayoría de edad, y como suele ser habitual en la familia del rey estuvo rodeado de hermetismo hasta el final.
No obstante, a través de las redes sociales de sus amigos, hemos podido acceder a una serie de fotografías. Entre los asistentes al evento se encontraba el torero Gonzalo Caballero, con el que se le relaciona desde hace un año, que aparece fotografiado con el novillero Carlos Ochoa.
También asistió a la fiesta la ‘influencer’, María García de Jaime, que, en sus stories en Instagram ha mostrado a la anfitriona cantando y bailando durante la actuación de Juan Magán.
Entre las anécdotas más chocantes de la velada, destaca el regalo que recibió Victoria Federica: un cerdo vietnamita envuelto en una bandera de España.
Las cámaras captaron cómo la hija de la infanta disfrutó de la música y sus amigos, en una fiesta, que, según ‘El País‘, estuvo a punto de suspenderse ante el enfado de su madre, la Infanta Elena, que está harta del comportamiento de su hija menor.
Entre los últimos altercados madre e hija, destaca el enfrentamiento que tuvieron al pedirle a la joven que se tapara el tirante del sujetador en el Teatro Real. Días después en Sevilla le regañaba por volver a casa a las siete de la mañana.
