Ser saludable y llevar un estilo de vida saludable no está en la misma plataforma. Aunque salud es la única palabra común en ambos eventos, el simbolismo es bastante diferente.
Ser saludable significa que no sufrirás ninguna enfermedad física, y eso es una gran ventaja. Pero tener un estilo de vida saludable involucra vivir una vida en la que no solo estás en buena forma física sino también mental e incluso social. Mantener un estilo de vida adecuado implica no solo comer alimentos bajos en calorías o hacer ejercicios con regularidad, sino también restringirte de los malos hábitos y salir de una vida monótona.
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Es por esto que siempre debemos considerar vivir un estilo de vida saludable de la mejor manera posible. Todo lo que tienes que hacer es seguir algunas reglas básicas, ¡y lograrás el objetivo!
Vivir llevando una dieta equilibrada adecuada
Una dieta equilibrada es aquella en la que obtendrás todos los nutrientes en una proporción adecuada. Sin embargo, los estudios médicos han demostrado que incluso en ese caso, tu cuerpo podría verse privado de ciertos nutrientes esenciales, lo que lleva a algún tipo de enfermedad por deficiencia. Por eso, olvídate de la antigua definición de dieta equilibrada.
Come adecuadamente con los cuatro nutrientes principales presentes en la comida. Al decidir qué debes comer, considera las actividades que estás haciendo. Por ejemplo, un atleta necesita más carbohidratos que una persona normal.
Hay cuatro nutrientes esenciales clave que conforman una dieta equilibrada. Lo más importante de la lista son las frutas y verduras, que deben consumirse todos los días en grandes cantidades. Las proteínas, los carbohidratos ricos en fibra y las grasas buenas constituyen los otros tres componentes de una dieta equilibrada.
Dale algo de tiempo a tu cerebro para rejuvenecer
A lo largo del día, las neuronas en tu cerebro funcionan para establecer una coordinación neuronal adecuada. Pero, esas neuronas no están descansando lo suficiente. Esta es la razón por la que te sientes deprimido, irritado e incluso somnoliento. Para un estilo de vida saludable, una cantidad saludable de horas de sueño es extremadamente crucial. El sueño permite que tu cerebro se rejuvenezca y, por lo tanto, te ayuda a vivir un estilo de vida saludable sin momentos de irritación, somnolencia, depresión y otros problemas de salud. También te volverás mas activo después de dormir bien, y es por eso que dormir es algo que nunca debe comprometerse. Hay que dormir de 7 a 9 horas para lograr, con los otros cambios que aquí señalamos, un estilo de vida saludable.
No te quedes ocioso, tienes que moverte
La vida no se trata de sentarse. Como dicen las leyes de la Física, nada queda en reposo, y esto también se debe aplicar en la vida. No pases la mayor parte del día sentado y solo. Para mantener una circulación sanguínea adecuada y un estado de ánimo alegre, asegúrate de moverte y, al moverte, no queremos decir simplemente caminar. Haz ejercicio, preferiblemente 45 minutos al día y veras como tu salud cambia positivamente.
Ingiere mucha agua
Beber la cantidad adecuada de agua mejora la circulación sanguínea y, además, actúa como un disolvente para los nutrientes del cuerpo. La cantidad que necesitas tomar realmente la decide, tu salud, tu nivel de actividad, tu peso y la altura de tu cuerpo, así como la región donde vives. Pero se requieren entre 3 y 4 litros de agua incluyendo la proveniente de todas las bebidas y alimentos.
Siempre recuerda que los excesos y las carencias no le hacen bien a la salud
Tanto los excesos como las carencias dañan tu cuerpo y tu estilo de vida con un efecto drástico y, a veces, estos efectos son subyacentes. Mucho ejercicio o muchas horas de sueño tampoco son saludables.
No abuses de los carbohidratos, no abuses del alcohol, las grasas malas, o las azucares. Tampoco dejes de ingerir grasas o las azucares de las frutas, y recuerda que incluso comer chocolate oscuro diariamente ayuda a la salud.
Como conclusión, para tener una buena salud y llevar una vida saludable, tienes que lograr un equilibrio perfecto en lo que comes, lo que te entretienes y lo que te ejercitas, sin limitarte o exagerar.
