Delgado quiere que el Constitucional resuelva “en un tiempo adecuado” los recursos del ‘procés’.

La ministra de Justicia, Dolores Delgado, aseguró este martes que le gustaría que el Tribunal Constitucional resolviese “en un tiempo adecuado” los recursos de los dirigentes independentistas encausados por el ‘procés’.

Delgado se refirió a esta cuestión en el Pleno del Senado, donde el parlamentario del PDECat Joan Bagué le preguntó sobre la cuestión de los recursos al Constitucional presentados por los dirigentes independentistas que próximamente serán juzgados por el Tribunal Supremo.

A este respecto, Bagué sostuvo que los derechos de los diputados encausados en el sumario del ‘procés’ han sido “pisoteados”, al tiempo que acusó al Constitucional de incumplir “gravemente” el plazo de resolución de los recursos, algo que dijo hace que España se empiece “a parecer a Guantánamo”.

Por su parte, Delgado afirmó que “los tiempos de resolución de los órganos judiciales son los que les dan sus propias cargas de trabajo” y que al Gobierno le gustaría que los tribunales dieran a los ciudadanos “una respuesta rápida en lo posible”.

“PERNICIOSA TENDENCIA”

Respecto a los recursos al Constitucional de los encausados en el ‘procés’, la ministra señaló que la semana pasada este tribunal ya resolvió algunos recursos y esta semana tiene fijado un Pleno en el que puede tratar más. No obstante, señalo que es la “marcha” que se sigue en los procesos judiciales.

No obstante, la titular de Justicia se refirió a que tanto los recurrentes, como el Gobierno y la ciudadanía en general “tenemos un interés en que se preste justicia y se haga en un tiempo adecuado”.

Sin embargo, Delgado reprochó al PDECat que use el argumento del tiempo de respuesta de los tribunales “con finalidades políticas” o para argumentar una supuesta “vulneración de derechos humanos”. Añadió que el actual Gobierno intenta acabar con la “perniciosa tendencia de judicializar la política”, por lo que pidió que los nacionalistas catalanes abandonen su actual estrategia política, puesto que “no le hace bien a nadie ni a Cataluña ni al resto de España”.