Siguiendo una serie de trucos seremos capaces de ahorrar en agua y luz. Consejos básicos que harán que nuestra factura se vea recortada.
Bajar la potencia eléctrica contratada
Reducir las facturas de luz, agua y gas es una tarea diaria que podrás lograr si sigues una serie de trucos. Lo primero que hay que hacer es comprender tus recibos, en el caso de la electricidad, según datos de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) el 37’48% de lo que pagamos es lo que realmente consumimos, el 21’38 son impuestos y el 41’14 restantes son los famosos peajes (subvenciones energías renovables, pago a distribuidores, ayuda a las islas, transporte…).
Una de las formas de reducir la factura de la luz la encontraríamos dentro del porcentaje fijo de cada mes, en el que se encuentra la potencia fija contratada. Ajustarla a nuestras necesidades puede traducirse en un ahorro de hasta 300 euros anuales, ya que por cada vatio que reduzcas, ahorrarás unos 35 euros al año. Si quieres lograr este recorte en tu factura, mira en ella qué potencia fija tienes contratada y calcula cuánta necesitarías. Para ello, puedes utilizar las calculadoras de potencia que las empresas (Endesa, Iberdrola…) tienen en sus páginas webs o hacerlo con un aparato de medición.
La tarifa de discriminación horaria
La tarifa de discriminación horaria, antigua tarifa nocturna, es una gran desconocida para la sociedad, ya que apenas se le ha dado publicidad. Nos permitirá ahorrar un 35% en los recibos si consumimos electricidad en determinados horarios: de 0 a 12 y de 22 a 24 horas durante el invierno, y de 0 a 13 y de 23 a 24 en verano.
Con esta tarifa y cogiéndote a los horarios mencionados, podrás ahorrar hasta 200 euros al año en tu factura de luz. Eso sí, si la contratas, ten cuidado con el consumo de electricidad en las horas punta (12 a 22 o 13 a 23 horas), ya que el precio del vatio aumentaría en un 35%.
Reducir el consumo: las luces
Algo tan obvio como apagar las luces cada vez que salgamos de una habitación, es un truco muy importante para poder notar una reducción de tus facturas eléctricas. Además, debes intentar sustituir todas las bombillas convencionales que tengas en casa por las de bajo consumo o LED (diodos emisores de luz), ya que estos dos modelos te permitirán ahorrar mucho en el consumo de electricidad y tienen una vida útil muy superior a las primeras.
También se pueden usar tubos fluorescentes que, son más caros, pero consumen seis veces menos y duran ocho veces más que los focos convencionales. Por último, también puedes recurrir a los detectores de presencia para las habitaciones de menos uso.
Buen aprovechamiento de los electrodomésticos
Hay que aprovechar bien el uso de los electrodomésticos del hogar. Por ejemplo, la lavadora hay que usarla siempre y cuando la vayamos a llenar y hay que procurar hacerlo siempre con agua fría, pues el mayor gasto se produce cuando el agua se calienta. Con el lavavajillas pasa exactamente lo mismo, usa programas económicos de baja temperatura. El uso del microondas frente al del horno es mucho más barato, ya que supone un 65% menos de gasto energético.
Además, procura no tener los electrodomésticos en ‘stand-by’, ya que gastan un 5% del total del consumo eléctrico, así que procura tener varios aparatos enchufados a una regleta con interruptor para poder cortar la corriente. Por último, si estás pensando en renovarlos, apuesta por los de alta eficiencia energética.
Detecta posibles fugas de agua
En cuanto a la reducción de tus facturas de agua, también hay una serie de consejos y trucos que debes cumplir. Lo primero que debes hacer es comprobar si hay alguna fuga en casa. Para ello, lee el contador antes de acostarte y vuelve a hacerlo por la mañana. Si la cifra ha aumentado es que hay algún escape de agua. Puede estar en un grifo con goteo, en la cisterna del inodoro, o en las propias tuberías.
Si compruebas los dos primeros casos y no hay ningún escape, se trataría del tercero. Entonces, debes ponerte en contacto con el ayuntamiento de tu localidad o con la compañía del suministro de agua.Un truco para comprobar si la cisterna de tu inodoro tiene una fuga es echar unas gotas de tinta o de colorante alimentario en ella, y si al cabo de unos minutos el agua que se acumula en la taza tiene color, es que existe.
Cierra el grifo cuando no sea imprescindible
Entre el 60% y el 75% del gasto diario de agua se destina al aseo personal, lo que nos lleva a tener que seguir unas pautas para poder reducir su consumo y que se vea reflejado en una reducción de la factura. La medida más economizadora es ducharse en lugar de bañarse, le siguen otras como enjabonarse cuerpo y cabello con el grifo cerrado, cortar el agua al cepillarse los dientes, durante el afeitado, mientras te lavas las manos…
Además, debes poner el punto de mira en el inodoro, el elemento que más agua consume en el baño. Si tu cisterna no es de doble descarga (una menor y otra mayor) y quieres ahorrar su consumo, utiliza el siguiente truco: introduce una botella llena de agua o pequeñas piedras en el depósito para que haga de contrapeso y así se reduzca la cantidad de descarga cada vez que se accione la bomba.
Usa economizadores, cada gota cuenta
El cambio de ciertos hábitos diarios que hemos mencionado anteriormente es muy útil para abaratar tus facturas de agua, pero también los puedes acompañar de otras medidas como el uso de economizadores en los grifos. Un ejemplo son los perlizadores, que tienen dos mecanismos, uno, de reducción del caudal del agua y, otro, que compensa la disminución mediante la adición de aire al flujo. El coste de este tipo de economizadores oscila entre los seis y 20 euros, algo que compensa, ya que nos permitirán ahorrar hasta un 50% del consumo habitual.
Reutiliza el agua de tus ‘esperas’
‘La apertura de un grifo genera un uso indiscriminado del agua, que se vierte entre 10 y 15 litros por minuto. Por ello, uno de los trucos que te recomendamos para reducir tus facturas es que la reutilices.
Por ejemplo, antes de fregar los platos o meterte a la ducha es habitual esperar a que el agua se caliente, al menos en invierno, dejando correr así un gran número de litros. Una buena forma de aprovecharlos es recogerlos en un cubo y usarlos para regar las plantas, fregar el suelo o cualquier otra actividad de este tipo.
Elige una caldera de condensación
En cuanto al ahorro en tus facturas de gas, lo primero que debes hacer es decantarte por una caldera de condensación, ya que son las más eficientes del mercado. Tienen el mismo funcionamiento que las calderas de baja temperatura, pero son capaces de aprovechar el calor o la energía de los gases de escape, pudiendo llegar a un rendimiento del 109%.
Con respecto al uso de una caldera convencional, la de condensación te generará un ahorro del 25%, también disponen del servicio de agua sanitaria, puedes regular la temperatura en función de la demanda energética y son aptas para sistemas centralizadas. Adquirir una de ellas te saldrá más caro, pero a la largar sale rentable.
Usa la calefacción de forma eficiente
La temperatura ideal para la casa es de 20 o 21 grados centígrados, por cada uno que bajes podrás ahorrar entorno a un 8% de energía. Por esta razón, si bajas el termostato a 16 grados por las noches, podrás conseguir una reducción del consumo del 13% en tus facturas, algo que puede cifrarse en unos 100 euros al año.
Los expertos en ahorro de energía recomiendan encender la calefacción por las mañanas y apagarlas por las noches, cuando nos vayamos de casa unas horas bajarla a 15 grados, y apagarla directamente si no vamos a estar allí en todo el día.
