El aguacate es conocido a nivel mundial por ser una fruta que aporta un sabor delicioso a los platillos. Su textura suave y su sabor, le dan el puesto número uno en las diversas preparaciones del mundo.
El aguacate es utilizado en los platillos, para el cuidado de la piel, rostro, cabello. Todo esto gracias a sus grandes propiedades, con proteínas de alta calidad, tiene los ácidos grasos esenciales, tiene antioxidantes como la vitamina E.
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El aguacate procede de América Central y ha dado unos retoques a los platillos a nivel mundial. Su uso en la cocina es variado y ni hablar de los productos de belleza que lo contienen, en simples palabras, el aguacate lo ha podido todo.
Se destaca en ensaladas y cremas, pero también como acompañante de platillos completos con arroz o pasta.
Propiedades nutricionales del aguacate y que seguro pasabas por alto
El aguacate es muy popular, originaria México, Guatemala, El Salvador y Perú, se le conoce con muchos nombres como: pera de cocodrilo o mantequilla de la selva, es muy cremosa y logra proporcionar grasa monoinsaturada, muy saludables. Así como un compuesto llamado beta-sitosterol, el cual según estudios, revelan que el consumo regular del mismo mantiene niveles de colesterol ideales.
Además de ser un complemento en las comidas, delicioso y saludable, también tiene beneficios. Cada bocado de aguacate contiene lo siguiente:
- Compuestos bioactivos: Fitoesteroles, luteína y compuestos fenólicos.
- Potasio: aquel que contribuye a controlar la hipertensión.
- Vitamina E: vitamina liposoluble con efectos antioxidantes que cumplen con el efecto protector sobre las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
- Vitamina B6: indispensable para el buen funcionamiento del sistema nervioso e inmunitario.
- Ácido fólico: aquel que funciona en la prevención de enfermedades congénitas en el embrión.
- Fibra: soluble e insoluble. Tiene efecto saciante y previene el estreñimiento, también ayuda a controlar la diabetes. Es un alimento muy utilizado en las dietas.
- Ácidos grasos monoinsaturados: rico en grasas, en su mayoría monoinsaturadas tipo oleico, lo que otorga su elevado contenido energético. Su consumo ayuda a reducir el colesterol, LDL y triglicéridos cuando reemplazan en la dieta a las grasas saturadas.
¿Es o no beneficioso?
Indudablemente que sí, no solo es cremosa y apetitosa sino que es un excelente amigo de la vista. Esto debido a que el aguacate posee luteína y zeaxantina, dos fitoquímicos vitales para la salud ocular. Estos actúan como antioxidantes en el ojo, disminuyendo el daño y reduciendo el riesgo de desarrollar degeneración macular por la edad.
Además, se dice que el aguacate contiene vitamina K, por lo que estudios recientes concluyeron que es clave en el tratamiento de la osteoporosis. Eso significa que esta ayuda a los huesos a mantenerse sanos.
Ayuda a los huesos en la absorción de calcio, aumentando el proceso y ala ve disminuye la expulsión del mismo por la orina. Así como también se comprobó que no consumir vitamina K aumenta el riesgo de fractura ósea.
Si consumes alimentos que contengan niveles elevados de ácido fólico, reducirás en gran medida el tener depresión, todo ello porque el folato previene la homocisteína, la cual interfiere en la producción de hormonas como la dopamina o la serotonina. El consumir aguacate ayuda con los niveles de la homocisteína, para controlar niveles en cuanto a la depresión.
¿Cómo hago para tener mi propio árbol de aguacate?
En caso que desees tener un árbol de aguacate en casa y tener la fuente de grandes beneficios cerca, a continuación te mostraremos lo que debes hacer.
Lo que debes hacer para cultivar un árbol de aguacate es comerte un ‘aguacate’ previamente. Pues es precisamente a partir del hueso y con ayuda de unos palillos, que podrás obtener un árbol.
Una vez que tengas el hueso, debes lavarlo muy bien, y colocar tres o cuatro palillos en cruz. Esto para que al colocarlo en un vaso , el hueso no se sumerja por completo.
Posteriormente, coloca el aguacate en el vaso lleno de agua y posiciona en un lugar con luz. Deja allí el hueso hasta que crezca una raíz. El proceso puede durar entre tres y cuatro semanas, depende de la temperatura y la luz.
Lo que debes notar de importante es que la raíz que surgió del hueso alcance los 10 centímetros. Tras haber llegado a esta longitud, quitas los palillo y retira del agua, luego procede a sacar del agua.
Trasplanta en una maceta con sustrato universal. Alrededor de un mes tendrás unas primeras hojas que será el indicio que todo marcha bien. Cuando notes que va creciendo fuertemente, puedes trasplantar en tierra principios de primavera en un suelo fértil.
Ten en cuenta que requiere bastante agua en el riego. Además, se puede añadir un fertilizante ecológico una vez al mes para favorecer su crecimiento.
