A ojos del mundo parecía un giro más. Messi en la MLS, un cambio de continente, de estilo, de entorno. Pero lo que algunos veían como la última fase de una carrera estelar se ha convertido, sorprendentemente, en otro capítulo de dominio y reinvención.
Con 38 años, Leo Messi no solo continúa activo, sino que sigue dictando el relato con goles, asistencias y estadísticas que contradicen la lógica del desgaste.
Messi llega a las 62 contribuciones de gol en Miami, su segundo mejor resultado desde 2020
Cuando Messi dejó el primer plano europeo para incorporarse a Inter de Miami, muchos especularon que era un adiós, un gesto, una despedida esforzada. Sin embargo, la adaptación fue veloz. Ya en 2024 había registrado unos 20 goles y 16 asistencias en 19 partidos, lo que le convirtió en el primer jugador en la historia de la MLS con al menos 20 tantos y 15 pases de gol en una sola temporada.
Ese escenario, lejos de suavizar su impacto, pareció afinarlo. Más espacio para pensar, menos presión del calendario europeo, nuevas motivaciones. Pero sobre todo, una sensación de que el futbolista no quería que lo vieran como fin de era, sino como otro comienzo.

Los datos los confirman. La versión actual de Messi no es una sombra de la anterior; es una continuación con matices distintos. En la temporada 2025 de la MLS sus registros han sido de 29 goles y 16 asistencias en 28 partidos, según FBref.
Messi sigue afinando antes del Mundial de 2026
Otras webs recogen cifras ligeramente distintas, pero el consenso es el mismo. El de un jugador que, ya entrada la treintena alta, rinde como muchos lo hicieron en su plenitud. A nivel internacional, su legado sigue creciendo. En los mundiales suma 13 goles (récord argentino) y ocho asistencias en 26 apariciones.
El secreto no está en el físico o en la velocidad de antaño. Está en la mente, el posicionamiento, la capacidad de decisión. Messi ha afinado el arte de gastar menos, de explotar más en partidos puntuales, de ser decisivo pese a reducir su volumen de desplazamientos. Sus estadísticas de asistentes esperados y los disparos por partido siguen entre los más altos en su liga.
Además, su equipo gira en torno a él, y los entrenadores lo utilizan con moderación, con partidos con un menos desgaste físico. Ese cambio de rol y de entorno ha permitido que su vigencia se prolongue sin que pierda protagonismo.
Más allá de los números, Messi sigue subiendo el listón. Romper el récord de asistencias internacionales, ganar un título mundial con el club o ser protagonista cuando otros desaparecen: todo está en su camino. Con su nuevo contrato hasta 2028 en Miami, ha decidido seguir activo y no retirarse a un retiro dorado. Su ambición sigue intacta. Y quizás su mejor logro no sea un número más, sino demostrar que se puede seguir siendo referente aunque los focos cambien.
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