Los ataques a museos se multiplican desde 2022: lo que hay detrás de la estrategia de los activistas de 'Futuro Vegetal' contra el arte

Desde 2022, los museos en España se han convertido en el escenario de protestas extremas de Futuro Vegetal, que usan arte y espacios culturales para denunciar la crisis climática. Estas acciones buscan visibilidad y generan debate sobre el límite entre activismo y vandalismo.

Malas noticias para los amantes del arte, porque se han multiplicado los ataques a los museos en los últimos años. ¿Es el arte el nuevo escenario de la protesta climática? Desde 2022, museos y espacios culturales en España han visto cómo activistas de Futuro Vegetal llevan sus mensajes al límite, usando pintura, pegamento y creatividad para llamar la atención sobre la crisis climática y el sistema agroalimentario. Pero, ¿qué hay detrás de estas acciones que a veces parecen irreverentes o incluso peligrosas?

Desde el Museo Naval de Madrid hasta el Prado, pasando por restaurantes y estadios, el colectivo ha conseguido que sus protestas sean virales casi instantáneamente. Y no es casualidad, saben que un lienzo, un edificio público o un espectáculo familiar puede convertirse en el altavoz perfecto para su mensaje.

Pintura, pegamento y mensajes radicales: así actúan

Pintura, pegamento y mensajes radicales: así actúan
Dos activistas arrojaron pintura roja biodegradable sobre el cuadro Primer homenaje a Colón en el Museo Naval de Madrid. Fuente: Agencias

Futuro Vegetal se define como un movimiento de desobediencia civil no violenta. Pero no te engañes, porque su estrategia es todo menos discreta, sin caer en el debate de si utilizan la violencia o no. Sin ir más lejos, hace un par de días, dos activistas arrojaron pintura roja biodegradable sobre el cuadro Primer homenaje a Colón en el Museo Naval de Madrid. La acción buscaba denunciar el neocolonialismo extractivista y, de paso, visibilizar injusticias históricas.

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Desafortunadamente, la pintura era biodegradable y, gracias a la rápida intervención de restauradores y voluntarios, los daños fueron contenidos. Aunque el lienzo necesitará intervenciones a largo plazo que podrían costar miles de euros, la obra sigue expuesta para el público. La restauración del arte requiere precisión, paciencia y conocimiento técnico que pocos conocen, por lo que la actuación de los técnicos es digna de admiración y respeto.

De museos a estadios: la protesta se multiplica

De museos a estadios: la protesta se multiplica
Se pegaron a Las Majas de Goya en el Prado y escribieron “+1,5º”. Fuente: Agencias

Pero las acciones de este grupo “radical” no se quedan solo en los museos. Futuro Vegetal ha llevado sus mensajes a todos los rincones posibles:

  • En 2022, se pegaron a Las Majas de Goya en el Prado y escribieron “+1,5º” para alertar sobre el calentamiento global.
  • En 2023, arrojaron pintura en la fachada de sedes del PP y PSOE y en restaurantes como Masterchef, promoviendo menús basados en plantas.
  • En marzo de 2023, intervinieron en el estadio Santiago Bernabéu encadenándose a la portería durante un partido para denunciar subvenciones a la industria cárnica, en un intento de llamar la atención utilizan la sede de un equipo de futbol famoso para elevar su voz de protesta.

Cabe destacar que los representantes del grupo han dejado claro en más de una ocasión, que las acciones no buscan solo dañar, sino crear impacto mediático, tampoco son acciones pensadas para dar a las personas. Entender esta lógica ayuda a contextualizar las noticias que parecen “escándalos” pero son parte de un plan de comunicación más amplio.

¿Por qué eligen el arte como escenario?

¿Por qué eligen el arte como escenario?
Futuro Vegetal ha convertido el arte en su escenario de denuncia. Fuente: Agencias

El arte es simbólico. Un cuadro, un lienzo o un museo no es solo patrimonio, es un punto de encuentro de la sociedad, donde el mensaje puede llegar a millones en segundos. Futuro Vegetal combina esto con el calendario, fechas como el 12 de octubre o Navidad son perfectas para multiplicar la visibilidad de sus protestas.

La Fiscalía llegó a incluir al colectivo en la categoría de “terrorismo nacional” en 2022, aunque luego matizó la decisión. Los activistas argumentan que buscan “despertar la conciencia pública” y consideran que el riesgo de ser detenidos es parte de su estrategia para amplificar el mensaje, es decir, que estas acciones forman parte de una estrategia que buscan como resultado final la “detención” de los autores por parte de las autoridades.

Futuro Vegetal ha convertido el arte en su escenario de denuncia, combinando creatividad y polémica para llamar la atención sobre la emergencia climática y el sistema agroalimentario. Aunque sus métodos generan debate, no hay duda de que logran que el público piense, discuta y, al menos por unos minutos, reevalúe sus hábitos y prioridades.

Si eres activista o simplemente curioso sobre estrategias de comunicación, observar cómo Futuro Vegetal selecciona lugares y fechas puede ser una lección de marketing de impacto social.

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Finalmente, tenemos claro que las acciones de estos activistas nos recuerdan que el mensaje importa tanto como el medio. Así que, la próxima vez que visites un museo, un estadio o incluso un restaurante, fíjate más allá de la obra o el espectáculo, quizá estés frente a un escenario de protesta silenciosa, diseñado para hacernos cuestionar nuestra relación con el planeta y la sociedad.

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