María Pérez se ha vuelto a proclamar campeona del mundo en 35km marcha con una actuación portentosa en los Mundiales de Atletismo de Tokio.
Allí es donde se ha impuesto a la italiana Antonella Palmisano por casi tres minutos y medio, y a la ecuatoriana Paula Torres, tercera. La granadina conquista así su tercer oro mundial y se convierte en la atleta española (hombre o mujer) con más títulos mundiales en su haber.
María Pérez conquista el oro en los Mundiales de Atletismo en Tokio
«Aquí estoy, en la capital nipona, donde me fui siendo chocolate en los Juegos Olímpicos. Dije que venía a por una mínimo, ahora me toca recuperar. Estoy muy bien, pero ha sido muy duro», declaraba la atleta de Granada tras hacerse con el oro.
«Ha sido muy duro por la climatología. Hemos llegado a picos de 90% de humedad, se desvanecían corredoras, así que eso también me ha dado mucho respeto. Dentro de lo malo, creo que soy la que más días lleva aquí en Japón junto con Quique y Arce. Ha sido de los mejores días en cuanto al tiempo, porque al estar nublado baja muchísimo la temperatura. Ya estuvo lloviendo por la noche, hoy ha chispeado de vez en cuando, pero esto no tiene nada que ver con nuestro país», destacó María Pérez sobre el duro clima.
María Pérez suma en Japón el oro logrado en Budapest
«Esto es un sueño hecho realidad, creo que era el último que me faltaba, y hoy lo he dicho en cámara. Con Miguel Ángel en 2015 empezó todo, cuando yo tenía 18 años, recuerdo que lo estaba viendo en mi casa, era sobre las 3 de la mañana, y verlo salir del estadio, dar esas vueltas… No me esperaba tanta gente en el estadio, creo que ha sido la primera vez que he llorado tanto antes y después, y nada, y he tenido ya a mis chicos, a mis tres chicos, ya no tengo a Álvaro, pero he tenido a tres chicos que me han dado un abrazo y me han subido a el hombro», resaltó sobre su victoria.

Pérez suma el oro cosechado en Japón a los dos que consiguió en Budapest, uno en los 35 kilómetros marcha y otro en los 20, donde también tendrá la oportunidad de conservar la corona la próxima semana.
La española era una de las grandes favoritas y cumplió con los pronósticos. Estuvo en la pomada desde el inicio y supo cambiar el ritmo en el momento exacto para marcharse en solitario. Llegó a la meta con un tiempo de 2:39:01, casi tres minutos y medio antes que su más inmediata perseguidora, la italiana Antonella Palmisano.
Ninguna de sus rivales fue capaz de seguir su ritmo
María Pérez fue agresiva desde el inicio, integrándose desde la salida en el grupo de cabeza. Cuando la carrera sumaba siete kilómetros, el elenco de atletas que dominaba la prueba se redujo a solo cinco: Antonella Palmisano, Kimberly García, Li Peng, Paula Milena Torres y la propia española.
El grupo rodó unido durante buena parte de la prueba, pero María en ningún momento pareció ponerse nerviosa. Mantuvo su ritmo y pisó el acelerador cuando fue necesario. El primer acelerón redujo el colectivo a tres. El segundo, ya solo a dos. La española se quedó mano a mano con Palmisano, pero el duelo fue efímero. El tercer apretón de la vigente campeona del mundo la dejó en solitario en el kilómetro 23.
Ninguna de sus oponentes era capaz de seguir su ritmo y María tomaba cada vez más distancia. Su dominio fue tal que llegó incluso a emparejarse con el brasileño Bonfin, que terminó segundo y que por entonces ocupaba la sexta posición. Los últimos kilómetros fueron un paseo triunfal para la granadina, que llegó al estadio emocionada y ataviada con la bandera española.
Lo mejor de María Pérez es su capacidad competitiva, la dureza de sus entrenamientos y cómo se crece ante las adversidades, siempre con Jacinto Garzón como un ‘alter ego’ necesario. Tras muchas dudas, algún enfado y bastantes desencuentros, la andaluza regresó con un enorme puñetazo encima de la mesa.
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