El Sevilla FC vive sus horas más oscuras. La derrota por 3-2 frente al Celta de Vigo no solo agrava su situación en la tabla, sino que ha encendido la mecha de una afición al borde del colapso. Con apenas tres jornadas por disputar, la permanencia en Primera pende de un hilo. El equipo, incapaz de imponerse ante un rival que jugó con uno menos durante todo el segundo tiempo, desperdició una oportunidad clave para sellar la salvación.
La tensión ha superado el ámbito deportivo. El nerviosismo y la desesperación se han apoderado de un club que parece haber perdido el control total de la situación. El margen de error se ha esfumado y el abismo de la Segunda División amenaza con tragarse a una institución histórica.
7Caparrós no encuentra respuestas para el Sevilla FC

El regreso de Joaquín Caparrós no ha surtido efecto. El experimentado técnico asumió el cargo con la intención de reactivar al grupo desde lo emocional, pero hasta ahora no ha logrado encauzar al equipo. Su planteamiento en Vigo, con cuatro centrales y múltiples cambios tácticos, fracasó rotundamente.
El Sevilla fue inferior incluso con ventaja numérica. El Celta le ganó en actitud, en ejecución y en claridad. La imagen fue desoladora: un equipo sin alma, sin respuesta y sin identidad, incapaz de asumir la presión que implica pelear por no descender.