El Sevilla FC vive sus horas más oscuras. La derrota por 3-2 frente al Celta de Vigo no solo agrava su situación en la tabla, sino que ha encendido la mecha de una afición al borde del colapso. Con apenas tres jornadas por disputar, la permanencia en Primera pende de un hilo. El equipo, incapaz de imponerse ante un rival que jugó con uno menos durante todo el segundo tiempo, desperdició una oportunidad clave para sellar la salvación.
La tensión ha superado el ámbito deportivo. El nerviosismo y la desesperación se han apoderado de un club que parece haber perdido el control total de la situación. El margen de error se ha esfumado y el abismo de la Segunda División amenaza con tragarse a una institución histórica.
6El asalto a la ciudad deportiva de Sevilla FC, un hecho sin precedentes

El momento más crítico llegó con un intento de asalto. Un grupo de hinchas, en su mayoría jóvenes, logró derribar una valla de entrada a la ciudad deportiva. Aunque la Policía Nacional, con apoyo de la Guardia Civil, impidió que accedieran al edificio principal, la amenaza fue directa.
Ocho furgones policiales y disparos disuasorios fueron necesarios para frenar la situación. El episodio marca un punto de no retorno: la protesta dejó de ser simbólica y adquirió un carácter peligroso. El club, literalmente, estuvo en jaque durante varias horas.