Ducati enciende las alarmas en su equipo
Las constantes caídas de Marc Márquez en este inicio de temporada han encendido las alarmas en Ducati. El piloto español, que ha demostrado su calidad desde el primer contacto con la Desmosedici, no ha podido evitar incidentes en momentos clave como en Austin y Jerez, lo que ha complicado sus aspiraciones de escalar posiciones en la clasificación del Mundial de MotoGP. En una categoría donde los márgenes son mínimos, cada caída tiene un precio alto, y el equipo de Borgo Panigale no está dispuesto a quedarse de brazos cruzados.
Por eso, tras lo ocurrido en el Gran Premio de Jerez, Ducati tomó cartas en el asunto y organizó unos test privados en el mismo circuito andaluz para estudiar a fondo el comportamiento de la moto. Durante estas pruebas, los ingenieros pusieron el foco en el tren delantero de la Desmosedici, buscando ofrecerle a Márquez una configuración más adaptada a su estilo de pilotaje. Davide Tardozzi, uno de los responsables técnicos del equipo, explicó que se realizaron modificaciones específicas “para que Marc se sintiera más cómodo y seguro en la entrada de las curvas”, una zona especialmente crítica para el español en este inicio de curso.
La Desmosedici exige una adaptación extrema
El problema de inestabilidad en el tren delantero no es exclusivo de Márquez. Ya en temporadas anteriores, el propio Pecco Bagnaia, actual campeón del mundo, se topó con ese mismo muro. La Desmosedici presenta una reacción agresiva cuando el piloto suelta el freno con la moto aún inclinada, un detalle técnico que, en manos de un piloto como Márquez, con su estilo arriesgado, puede traducirse en caídas difíciles de evitar. Para Márquez, acostumbrado a forzar al límite y recuperar situaciones que para otros serían insalvables, este comportamiento de la moto supone un verdadero desafío.
La Desmosedici exige una adaptación minuciosa, y aunque el talento natural del piloto catalán está fuera de duda, Ducati sabe que necesita ofrecerle una herramienta más predecible si quiere que Marc rinda al nivel que se espera de él. Conscientes de esta exigencia, los técnicos trabajan contrarreloj para ajustar la moto a las características del ocho veces campeón del mundo. No se trata solo de pequeños detalles; es una adaptación profunda que podría marcar el rumbo del campeonato para uno de los nombres más potentes de la parrilla.
Ducati confía en Márquez y en su evolución constante
A pesar de los tropiezos, en la dirección de Ducati hay plena confianza en la figura de Marc Márquez. Gigi Dall’Igna, director general del equipo, no dudó en elogiar el trabajo del de Cervera. “Está haciendo algo realmente precioso desde el punto de vista deportivo”. Y aunque dejó claro que “Marc no va fumando encima de la moto”, también subrayó que “no arriesga porque no ha necesitado hacerlo”, una declaración que refleja el nivel de control y madurez que está mostrando el piloto. Además de los ajustes en la moto, en Ducati se valora enormemente la dinámica de trabajo que se está construyendo entre piloto e ingenieros. La comunicación constante se ha convertido en una herramienta clave.
“Dejemos que los pilotos hablen, principalmente durante días como estos, los días de entrenamiento y de desarrollo”, comentó Tardozzi, señalando la importancia de escuchar al que está sobre la moto. Ese diálogo técnico-deportivo es el que permite a Ducati avanzar en la dirección correcta. Aunque las caídas han sido un obstáculo en el arranque de temporada, el potencial de Márquez sigue intacto. Con las mejoras aplicadas y el equipo comprometido con su adaptación, el piloto español se mantiene como uno de los favoritos al título, preparado para transformar las dificultades en puntos valiosos.