El estreno de la nueva temporada de Lo de Évole en LaSexta vino acompañado de un vídeo promocional que desató controversia incluso antes de que el programa llegara a las pantallas. En él, Jordi Évole y Mario Vaquerizo recreaban con humor el accidente que el artista sufrió en un escenario, utilizando el eslogan «estamos al caer».
El vídeo, difundido a principios de mes, mostraba a Vaquerizo tropezando deliberadamente mientras Évole comentaba: «El programa está al caer«. La referencia al accidente real del artista —que en su momento fue viral— dividió a la audiencia.
Jordi Évole defendió la pieza como un ejercicio de humor sin segundas intenciones. En Julia en la onda (Onda Cero), subrayó que el objetivo era «romper con la solemnidad» de las promociones tradicionales. Sin embargo, reconoció que el contexto actual de polarización social en España exacerbó las reacciones. «Nos estamos equivocando de país todos«, afirmó, sugiriendo que incluso una broma puede malinterpretarse cuando se mira desde trincheras ideológicas.
2No hubo dinero pero sí una condición inesperada
Aunque no hubo dinero de por medio, Mario Vaquerizo sí puso una condición: quería aparecer con su icónico pelo cardado. «Tuvimos que poner al peluquero«, confesó Évole. El presentador no ocultó su gracia ante esta rara solicitud. Para él, el peinado exagerado añadió una capa máxima de humor al vídeo, mejorando el tono absurdo que buscaban.
Las redes sociales se inundaron de comentarios divididos tras la polémica del vídeo. Algunos usuarios elogiaron la frescura de la promo, mientras otros acusaron a Évole de dar visibilidad a un personaje «pasado de moda» o de trivializar un accidente. Hubo incluso quien interpretó la colaboración como una provocación ideológica, dado que Vaquerizo es conocido por sus posturas conservadoras, contrapuestas a las del periodista.
Évole respondió a esto con una reflexión sobre el estado del debate público: «La turba de las redes busca los tres pies al gato». Para él, el problema no es la crítica, sino la incapacidad de distinguir entre una broma y un mensaje con trasfondo político.
