Especial 20 Aniversario

La exabadesa de Belorado desafía a Iceta: «¡Eres un intruso ilegítimo!» y revela una deuda de 42.000 euros

La exabadesa de Belorado, Laura García de Viedma, ha acusado al arzobispo de Burgos y presidente de la Comisión Gestora, Mario Iceta, de ser un «usurpador ilegítimo» al intentar controlar las cuentas de las religiosas. Por su parte, Iceta ha advertido que la deuda del convento asciende a 42.000 euros, excluyendo los préstamos.

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Ambas partes han emitido comunicados dando su versión de los hechos. García de Viedma asegura que nunca han tenido problemas de pago y que lo han hecho con puntualidad, hasta que el arzobispo y comisario pontificio «ha llegado a administrar sus bienes«. Sin embargo, el Arzobispado de Burgos desconoce el estado de las obligaciones laborales, fiscales y tributarias del convento, ya que García de Viedma «sigue ilegalmente impidiendo el acceso a su gestión«.

El pasado de Iceta en CajaSur

Las exmonjas no han dudado en recordar a Iceta su pasado en la diócesis de Córdoba, cuando formó parte del Consejo de Administración de CajaSur. De hecho, la exabadesa recrimina que la persona ahora «a cargo» de sus cuentas «haya sido previamente sancionado por el Banco de España debido a irregularidades en la gestión de cuentas de terceros«.

Iceta, por su parte, califica este ataque como una «difamación» con la que poner «en duda su legitimidad para administrar bienes» y que constituye un «intento de calumniarle utilizando argumentos ‘ad personam’«, lo que describe «bien la cualidad moral de García de Viedma«.

El futuro del monasterio

Mientras tanto, la líder de las exmonjas busca que se restituya la «titularidad legítima» de sus bienes y «que se investigue y se depuren responsabilidades por las informaciones falsas» que dicen que afectan a su «reputación«.

Por su parte, el Arzobispado asegura que la exabadesa busca «confundir a la opinión pública«, y quiere hacer creer a la gente que su nueva asociación es la «propietaria del monasterio«; sin embargo, aclaran desde la sede apostólica de Burgos que esa «asociación civil no consta que esté registrada como tal ante la autoridad competente«.

En resumen, nos encontramos ante un conflicto entre el Arzobispado de Burgos y las exmonjas de Belorado por el control de los bienes del monasterio, con acusaciones cruzadas de usurpación, deudas, difamación y legitimidad para administrar dichos bienes. Una disputa que se perfila como un caso complejo y con repercusiones que pueden ir más allá de los muros del convento.

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