La Oreja de Van Gogh revela su secreto: grabaron ‘Dile al sol’ con otros músicos

Lo dicen desde La Oreja de Van Gogh: lo normal para un músico establecido es grabar nueva música en un estudio de grabación, con el equipo y el aislamiento adecuando. Sin embargo, siempre hay quienes buscan innovar y explorar otras opciones.

Pero también hay ejemplos de álbumes que no siguieron el conducto regular y fueron registrados en lugares poco ortodoxos o, directamente, en casa. Pero también otros donde terminaron por no hacerlo de una forma o de otra.

EL PRIMER DISCO DE LA OREJA DE VAN GOGGH SE GRABÓ CON OTROS MÚSICOS PORQUE ELLOS «NO TOCABAN BIEN»

Y es que por más impresionante que parezca, tenemos a verdaderos musicazos que por ciertas razones (ya sea porque tristemente perdieron la vida o de plano no quieren) únicamente publicaron un álbum de estudio durante su trayectoria. Y esos trabajos fueron tan grandes que influyeron a distintas generaciones de artistas que vinieron después. Radiohead, The Beatles, Bob Dylan…

Es lo que pasó, por ejemplo, con La Oreja de Van Gogh, que cumplen 25 años de su primer álbum, Dile al sol. Un momento en el que ahora se han revelado algunos secretos desde su entrevista a Eldiario.

Y es que el batería del grupo, Haritz Garde, recuerda que la entonces directora artística de la Sony, Jennifer Ces, tuvo que «pelear bastante» para que apostasen por ellos. «Había mucha gente en Sony que decía que no sabíamos tocar bien», reconoce. Sin embargo, ella acabó convenciendo al sello para que apostasen por ellos. «Veía que teníamos algo», recuerda el batería.

LA OREJA DE VAN GOGH Y OTROS GRANDES ARTISTAS QUE GRABARON SUS CANCIONES EN SITUACIONES FUERA DE LO COMÚN

Finalmente, la discográfica decidiría apostar por ellos fichando a Alejo Stivel como productor, algo que el batería del grupo recuerda como «un sueño». «Les dije que veía mucho potencial a las canciones pero que para poder conectar con el público tenían que estar bien tocadas y ellos no tocaban bien», confiesa este productor a elDiario.

Para solucionarlo, les sugirió que se encerraran a ensayar ocho horas al día durante un año. Sin embargo, los tiempos para presentar el álbum eran cortos, por lo que Stivel propuso como solución «grabarlo con otros músicos».

Todos los integrantes del grupo, que acababan de empezar en el loco mundo de la música, aceptaron esta opción. Y es que creían que era la «manera perfecta para salir a tiempo».

«Claramente éramos muy inexpertos, muy jóvenes. Sabíamos tocar lo justo para nuestras canciones. Había muchas cosas que éramos incapaces de asumir y poder afrontar. Lo intentábamos pero era muy complicado y tuvimos que tirar de cuatro magníficos músicos», ha recordado Haritz Garde.

OK COMPUTER – RADIOHEAD

Lanzado en 1997, fue el álbum que lanzó a la fama a la banda británica. Este fue grabado en una mansión del siglo XV perteneciente a los Tudor, St. Catherine’s Court. La residencia se ubica en Bath y es propiedad de la actriz Jane Seymour.

Este fue el lugar donde el Rey Henry VIII mantuvo oculta a su hija ilegítima, y en la época contemporánea, también ha sido usada por New Order, Robbie Williams y The Cure.

Jonny Greenwood dijo en 1997 que los estudios de grabación «son muy poco musicales, así que decidimos transformar una gran casa vacía en un estudio. (Jane Seymour) nos dijo ‘vengan y quédense’, nos pasó las llaves y nos pidió que alimentáramos su gato». Por su parte, Thom Yorke, aseguró que la casa estaba custodiada por fantasmas: » los fantasmas me hablaban mientras dormía. Hubo un punto en que me desperté en la mañana, luego de una noche en que escuché voces, y decidí cortarme el pelo».

BOB DYLAN AND THE BAND – BASEMENT TAPES (1975).

Después de sufrir un grave accidente de moto, Bob Dylan decidió retirarse de la vida ajetreada de la ciudad y buscar un lugar tranquilo para recuperarse.

En una casa de campo conocida como Big Pink, Dylan se reunió con su banda, The Hawks, en el sótano para componer y grabar nuevas canciones. El ambiente íntimo y crudo del sótano se reflejó en el sonido del disco, que se caracteriza por su autenticidad y ausencia de artificios.

THE ROLLING STONES – EXILE ON MAIN ST. (1972)

Muchas de las pistas de este doble álbum se grabaron en la casa de campo de Mick Jagger surante las sesiones para Sticky Fingers, su anterior álbum, y en un verano en una casa alquilada al sur de Francia.

El guitarrista Keith Richards había alquilado la villa para vivir mientras la banda vivía en el extranjero como exiliados fiscales. Las sesiones diarias de grabación se alargaban durante horas en plena noche, con diferentes invitados que variaban mucho de un día a otro dependiendo de quién estaba presente. Sin los límites de un espacio de estudio formal, las sesiones fueron sueltas y desorganizadas, lo que quedó de manifiesto en lo ecléctico y sensación de descuido del álbum.

THE BEACH BOYS – PET SOUNDS (1966)

Ampliamente considerado como uno de los mejores álbumes de todos los tiempos, la obra magna de The Beach Boys, ‘Pet Sounds’, cambió la noción de lo que podría ser un álbum cuando se lanzó en mayo de 1966, alterando para siempre el curso de la música pop.

Rompiendo con el surf rock que los convirtió en estrellas mundiales, el 11º álbum de The Beach Boys en solo cuatro años no podría haber sido más diferente de lo que lanzaron antes, especialmente el rave-up acústico, ‘Beach Boys’ Party!’ , con su gran éxito Barbara Ann, que lo precedió por solo unos meses.

Hoy en día sigue siendo uno de los álbumes más importantes y queridos jamás realizados y allanó el camino para innumerables generaciones de músicos y productores.

LA CANCIÓN DE THE BEATLES GRABADA SOLO POR PAUL McCARTNEY Y RINGO STAR

Al final de la historia de The Beatles, las canciones de la banda se hacían prácticamente cada uno por su lado, aunque en general, las grababan los cuatro integrantes juntos.

Sin embargo hay una canción del grupo que fue grabada únicamente por Paul McCartney y Ringo Starr juntos. Este tema fue la última gran colaboración entre los dos compositores líderes del cuarteto, a pesar de las asperezas posteriores.

Se trata de la canción The Ballad of John and Yoko, que no salió en ningún álbum de The Beatles, pero fue lanzada como sencillo.