La Dirección General de Tráfico (DGT) vuelve a hacer hincapié en la obligatoriedad del uso de gafas o lentillas para aquellos conductores que tengan especificada esta necesidad visual en su permiso de conducción. Muchos siguen haciendo caso omiso a este requisito, quizás por comodidad o por considerarlo poco relevante, pero se arriesgan así a una sanción económica de hasta 200 euros si son detectados conduciendo sin la corrección óptica necesaria.
No usar gafas o lentillas, cuando así está establecido en la licencia de conducir tras la pertinente revisión médica, puede derivar en una capacidad visual disminuida al volante, lo que entraña riesgos mayores de sufrir un accidente o no detectar peatones y otras incidencias en la vía. Cumplir con las indicaciones del permiso de conducción en materia de revisión visual no solo evita multas, sino que garantiza una mayor seguridad para uno mismo y el resto de conductores y viandantes. En este artículo te contaremos por qué existe esta norma y los motivos que llevan a las autoridades de la DGT a recordar constantemente su obligatoriedad. ¡No te lo pierdas!
4No es una cuestión baladí: nubla reflejos, fatiga la vista

Más allá de la propia multa dispuesta por la DGT, no debemos trivializar este asunto. Circular sin nuestros imprescindibles auxiliares ópticos puede forzarnos a entornar los ojos, provocando cansancio visual en viajes largos, o ralentizar nuestros reflejos al volante. Que nuestra vista esté forzada merma facultades clave para conducir con garantías.