La arriesgada cirugía para curar la migraña se expande como una epidemia

Institutos, clínicas y hospitales privados insisten en publicitar una terapia cuasimilagrosa para curar las migrañas, una enfermedad que se reproduce por tensiones y una alta presión en la cabeza. «Esta técnica consigue reducir la frecuencia y los síntomas de la migraña, duración e intensidad de las crisis de migraña en más del 85% en los pacientes que la padecen y que son susceptibles de tratamiento quirúrgico», afirma uno de los reclamos de un conocido centro privado como el Instituto de Neurociencias del Hospital Cruz Roja de Córdoba en su página web.

A pesar de llevar años rondando en Latinoamérica, se vende como una «nueva técnica» para tratar la migraña mediante cirugía. Poco después se apunta que es «relativamente reciente y desarrollada en la última década». Todo a partir «del hallazgo de la mejoría sintomática que pacientes afectados de migraña percibían tras ser tratados con cirugía de lifting de la frente».

Este es el primero en ofrecerlo dentro de una unidad multidisciplinar especializada compuesta por neurólogos y cirujanos maxilofaciales con experiencia en tratamiento de nervio periférico. Imagn Institute es otro que publicita la cirugía contra las migrañas como un reclamo, pero más directo. «Hasta hace poco, las migrañas se trataban únicamente con medicamentos y cambios en el estilo de vida para controlar los desencadenantes». Ahora, el equipo de expertos médicos ofrece un método quirúrgico novedoso y científicamente probado para proporcionar un alivio de migrañas a largo plazo», aseguran.

EL SUPUESTO Y ARRIESGADO BISTURÍ CONTRA LA MIGRAÑA

Otros apuntan directamente a los beneficios del bisturí para bajar el dolor de las migrañas, como los síntomas, frecuencia, duración e incluso hablan de mejorías en el 90% de los casos «a largo plazo», a pesar de admitir el corto período de tiempo con el que llevan con este tratamiento.

«Como te quedas si te digo que hay una cirugía que ayuda muchísimo al control de las MIGRAÑAS. Consigue una reducción importante de la frecuencia e intensidad de las mismas y en ocasiones las elimina por completo», asegura el doctor Valdés en su web. Así, cientos de anuncios que inundan las redes y buscadores de Internet.

No hay evidencia científica suficiente para respaldar el uso de técnicas quirúrgicas en la migraña

No obstante, desde la aparición de estos anuncios se han disparado las alarmas entre los profesionales que tratan las migrañas. El Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN) y la Sociedad Internacional de Cefaleas, donde se concentran expertos en migrañas de todos los rincones de La Tierra, ha tenido que dar de nuevo las alertas por esta arriesgada y desaconsejable práctica, promocionada en España al menos desde 2015.

Migranas 4

La cirugía anunciada, no obstante, no cuenta con una evidencia científica al señalar que se basa en la estimulación de ciertos nervios, sin conocer a ciencia cierta si están implicados directamente con el dolor de las migrañas. «No hay evidencia científica suficiente para respaldar el uso de técnicas quirúrgicas en la migraña», afirma el SEN.

NO HAY UN ÚNICO TRATAMIENTO CONTRA LA MIGRAÑA

No obstante, los anuncios no muestran si la opción de la cirugía está permitida, más cuando no hay ningún organismo regulador que la haya aprobado. El dolor de la migraña llega a ser incapacitante, obligando a quien la sufre a pasar a una habitación completamente a oscuras y esperando a que se le pase el dolor. Llega a ser crónico, con la aparición de una vez cada dos días, prácticamente incompatible con la normalidad.

La desesperación de los pacientes es tal que buscan un remedio, una cura para paliar el dolor, pero sin conocer las consecuencias, a veces severas, de una cirugía, más cuando se trata del cerebro. Por ello, es importante consultar a expertos neurólogos e informarse de los tratamientos.

De hecho, se están recetando anticuerpos monoclonales para mejorar la calidad de vida, pero no es la solución definitiva. En EE UU se instauró esta idea, que ha pasado después a Latinoamérica y en apenas cinco años ya hay instituciones privadas que lo ofrecen en España.